Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) hasta un 48% de la población tiene dificultades para conciliar el sueño. En algunos casos se trata de algo transitorio debido a un periodo de estrés o una preocupación puntual. Pero no se puede olvidar que el insomnio es una patología que enseguida coge confianzas y después es complicado echarla.
Así pues, ante una mala noche, la recomendación es tomar medidas y no dejar que el problema crezca. La primera puede ser tan sencilla como apoyarse en un remedio tan antiguo como eficaz y tan económico como placentero: una infusión.
Mecanismo de acción
Las infusiones funcionan y los motivos son varios. El primero es que se trata de plantas medicinales y muchas de ellas se llevan estudiando y utilizando desde hace miles de años. A sus propiedades, sobre todo ansiolíticas y relajantes, se le añade otro factor importante, el que se tomen calientes.
Y sí, una bebida caliente, por sí misma, ya es capaz de relajar el organismo y eso es debido la cantidad de procesos biológicos que es capaz de desencadenar. Por una parte, es capaz de regular la temperatura corporal, pero también de relajar los músculos. Otro factor importante es su potencial para ayudar a nuestra mente a llegar a un estado de conciencia plena o lo que actualmente se conoce como mindfulness.
Una taza caliente entre las manos nos lleva al aquí a al ahora, algo que no es nada fácil cuando se está nervioso o estresado.
La diferencia entre una bebida caliente y otra la marcan sus ingredientes, siendo algunas infusiones mucho más efectivas que otras a la hora de ayudarnos a conciliar el sueño.
Aquí van las cinco que mejores resultados cosechan cuando se hablar de descanso.
Tila
Los tilos son grandes árboles fáciles de reconocer porque sus hojas tienen forma de corazón. Su floración tiene lugar los primeros meses de verano y son estas pequeñas flores blancas, las que se secan para luego elaborar las infusiones.
Sin duda, la tila es la reina de las infusiones relajantes y a este puesto no se llega por causalidad, sino por afectividad.
Las propiedades de la tila logran que el cuerpo se relaje, siendo la indicada para aliviar momentos de estrés o ansiedad. Y su secreto es que actúa en el sistema nervioso central, siendo este poder sedante el que combate tanto el nerviosismo como el insomnio.
Valeriana
En el caso de esta planta que crece en las praderas de zonas húmedas, se consume la raíz procesada para elaborar infusiones.
Tanto los griegos como los romanos ya conocían sus efectos y formaba parte del extenso catálogo de plantas medicinales con las que trabajaban. De hecho, el nombre valeriana proviene de la forma latina “valeo” que se puede traducir como “tener salud”. Y es que, para los romanos, la valeriana tiene múltiples usos y de todos se aplaudía su eficacia contra los nervios.
En la actualidad, incluso la EMA (Agencia Europea del Medicamento) acepta que la valeriana se utilice para tratar episodios de tensión nerviosa leve.
El consumirla antes de dormir no solo ayuda a relajarnos, también a conciliar el sueño de forma más rápida gracias a su función como inductora del sueño.
La valeriana suele comercializarse junto a una gran amiga, la pasiflora, otra estudiada planta medicinal relacionada con el sueño. En este caso, los primeros en introducirla en sus remedios fueron los incas. Por lo que la suma de ambas podemos entenderla como la unión de lo mejor de cada casa.
El motivo por el que se junten en una misma infusión es que la pasiflora tiene muchos menos efectos secundarios.
Melisa
No solo no es muy conocida, tampoco muy valorada y eso que sus efectos son tremendamente potentes. También conocida como toronjil, de esta planta se utilizan tanto las hojas como las flores y sus infusiones destacan por su agradable sabor cítrico.
Sus propiedades tranquilizantes logran controlar la ansiedad por lo que es ideal para momentos de estrés o nerviosismo. Pero, además, la melisa puede presumir de propiedades narcóticas, muy ligeras, pero las suficientes para lograr que sea más fácil conciliar el sueño tras ingerir una infusión de melisa bien caliente.
Cuidado con excederse con su consumo, ya que puede interferir en algunos tratamientos con determinados fármacos.
Lavanda
El poder de la lavanda comienza solo con su aroma. La planta la lavanda es muy reconocible por su flor y por su color. Es muy valorada en la decoración de jardines y también por la cantidad de perfume que se elabora con sus flores.
Pero esta planta tiene un uso más, el medicinal. Tiene propiedades sedantes, pero también otros compuestos que ayudan a relajarse y a mejorar el estado de ánimo. Combinar las infusiones con los aceites esenciales es un remedio natural y efectivo contra las noches de insomnio.
Manzanilla
La más versátil de las infusiones no podía faltar en esta lista. Sin duda, es la más común y reconocible, sobre todo en nuestro país, que el líder en su producción.
La manzanilla siempre se relaciona con problemas digestivos y es cierto que calma los dolores y ayuda a equilibrar las digestiones. Y es este, precisamente, uno de los problemas que más quitan el sueño. Por eso, la manzanilla ayuda contra esas noches pesadas.
Al contrario que las anteriores, que inducían el sueño, la manzanilla relaja y calma sin producir somnolencia. Por eso, es ideal consumirla unas horas antes de irse a la cama. Por ejemplo, después de cenar. Su efecto relajante logrará que llegado el momento de dormirse, nuestro cuerpo ya esté relajado.
¿Qué infusión vas a probar primero?