La chef del Semproniana, Ada Parellada, se adentra en las casas de los amantes de la cocina más intrépidos de Catalunya para resolver dudas semanales sobre los productos del día a día. Desde verduras y todo tipo de hortalizas y frutas, hasta cualquier tipo de dulce, pasando por la carne y el pescado. Maneras para aprovechar los alimentos en su esplendor, técnicas innovadoras y consejos que, en definitiva, nos harán disfrutar de una vida y un recetario más cómodo en los fogones de nuestra casa. El consejo revelador que esta semana nos expone la cocinera catalana es mo aprovechar todas las partes de un puerro, un truco indispensable que no podrás dejar de utilizar.

Coge libreta y bolígrafo, y dale al play al vídeo para averiguar todos los consejos de Ada Parellada de esta semana.

Cómo aprovechar todas las partes de un puerro

¡Tirar cualquier parte del puerro es un pecado! Evitar el despilfarro alimentario empieza por aprovechar todas las pequeñas cosas de un producto; en este caso, el puerro. Con la parte blanca haremos una magnífica Vichysoise o crema caliente en invierno; la parte que verdea es ideal para añadir a los sofritos; y la parte más verde se tiene que ir guardando en el congelador para añadir a todos los caldos, sean de carne, pollo, pescado o verduras. Con un único puerro se puede hacer un plato digno de restaurante que además de delicioso tiene una pinta fabulosa.

Con un único puerro se puede hacer un plato digno de restaurante

Ingredientes:

  • Un puerro
  • 100 ml de aceite de girasol
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta blanca
  • 150 g de queso azul (o un queso subido a gusto, por ejemplo, de cabra)
Ada Parellada como aprovechar puerros|porros plato
Plato hecho con todas las partes de un puerro / Foto: Martí Torres

Elaboración:

Separamos el puerro en las tres partes: blanca, verdosa y verde. Ponemos una olla con agua al fuego. Añadimos una cucharadita de sal. Cuando rompa el hervor ponemos la parte verde del puerro. Cocemos 3 minutos. Sacamos e, inmediatamente, sumergimos en agua y hielo. Trituramos con el aceite de girasol y sal. Colamos y reservamos. Aprovechamos el agua para hervir la parte blanca del puerro cortada a trozos. Tienen que cocer 5 minutos. Retiramos y reservamos. Picamos la parte verdosa del puerro y la sofreímos a fuego lento con un chorro de aceite y sal. En la misma sartén donde hemos hecho el sofrito, doramos a fuego medio-alto las partes blancas del puerro hasta que tomen un color subido y bonito. Si tenemos la suerte de que las raíces son muy frescas, las lavamos, enharinamos y freímos en aceite caliente. Las salamos recién fritas. Si las raíces son tirando a secas, las sumergimos en agua para hidratarlas durante una hora, las secamos, las enharinamos ligeramente y las freímos en aceite caliente. Montamos el plato. En la base ponemos una buena cucharada de salsa verde. Encima ponemos los trozos de puerro blanco pasado por la sartén. Encima ponemos el sofrito de puerro y acabamos con las raíces fritas. Para aumentar el sabor del plato, acabamos con el queso azul.