La chef del Semproniana, Ada Parellada, se adentra en las casas de los amantes de la cocina más intrépidos de Catalunya para resolver dudas semanales sobre los productos del día a día. Desde verduras y todo tipo de hortalizas y frutas, hasta cualquier tipo de dulce, pasando por la carne y el pescado. Maneras para aprovechar los alimentos en su esplendor, técnicas innovadoras y consejos que, en definitiva, nos harán disfrutar de una vida y un recetario más cómodo en los fogones de nuestra casa. El consejo revelador que esta semana nos expone la cocinera catalana es cómo hacer las patatas bravas caseras más sabrosas, un truco indispensable que no podrás dejar de utilizar.
Coge libreta y bolígrafo, y dale al play al vídeo para averiguar todos los consejos de Ada Parellada de esta semana.
Cómo hacer patatas bravas caseras
Las patatas bravas son la tapa por excelencia en Catalunya. Hay en todas partes y se hacen de mil maneras, pero quizás nunca te habías planteado preparar unas buenas en casa. Crujientes por fuera y suaves por dentro, con la combinación de salsas de tomate y alioli, las bravas son un plato ideal para compartir con los tuyos. Una receta que parece sencilla, pero que tiene sus secretos.
Hay en todas partes y se hacen de mil maneras, pero quizás nunca te habías planteado preparar unas buenas en casa
Ingredientes:
- 500 g de patatas
- Aceite de oliva
- Sal
- Alioli suave
- 4 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 4 tomates en conserva
- 4 tomates secos en aceite
- 100 ml de vino blanco
- 50 ml de salsa de soja
- Una cucharada sopera de salsa Perrins
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharadita de guindilla seca picada
- Sal
- Aceite de oliva
- Aceite de girasol para freír las patatas

Elaboración:
Empezamos con la salsa. Sofreímos lentamente la cebolla y los ajos picados con un chorro generoso de aceite (puedes aprovechar el aceite de los tomates secos) hasta que la cebolla esté dorada. Añadimos los tomates en conserva naturales, sal y seguimos cociendo a baja temperatura hasta que quedan bien confitados, exactamente 20 minutos. Ponemos el vino blanco y esperamos que evapore. Ahora ponemos los tomates secos picados, la salsa de soja, la salsa Perrins, el pimentón dulce y la guindilla seca picada. Removemos, probamos y, si hace falta, añadimos un poco de sal. Pelamos y cortamos las patatas a trozos regulares. Las sumergimos en agua durante una media hora para que pierdan almidón y queden más crujientes. Las sumergimos en aceite de girasol frío y las hacemos cocer lentamente unos diez minutos. Es la técnica del confitado. Cuando estén blandas las retiramos del aceite y aumentamos la temperatura. Cuando el aceite esté bien caliente, devolvemos las patatas al aceite y las freímos hasta que veamos que están bien doradas. Las ponemos sobre papel absorbente y las salamos. Servimos con el tomate concentrado y el alioli suave.