Del hinojo se aprovecha todo, desde el bulbo hasta las semillas pasando por los tallos. Y es que de todas y cada una de sus partes se pueden extraer esas propiedades medicinales que se conocen desde la antigüedad. 

Las semillas, de las que también se extrae aceite, son ricas en anetol. Gracias a este compuesto el hinojo tiene ese sabor tan particular que recuerda al anís y también su “súper poder” para tratar los dolores de estómago por su acción analgésica. 

Por su parte, las hojas y el bulbo contienen flavonoides con funciones antiinflamatorias. También son conocidos sus efectos para reducir el impacto de las enfermedades cardiovasculares así como algunos tipos de cáncer debido a su acción antioxidante. 

 
Beneficios 

Sin duda, el beneficio más extendido y por el que hay tantos enamorados de esta planta de flores amarillas es su capacidad para regular el tránsito intestinal y combatir los gases. Una infusión de hinojo es casi magia para los trastornos estomacales, las malas digestiones y la hinchazón provocada por gases.

Otro de los beneficios más alabados, en este caso por las mujeres, es su capacidad para rebajar la intensidad de los cólicos durante la menstruación. Incluso hay quienes confían en esta planta cuando su periodo es irregular.

 

¿Cómo cocinarlo?

Antes de ponernos manos a la obra debemos saber que existen dos tipos de hinojo: el que crece silvestre y es fácil verlo a los lados de los caminos y el que se cultiva y recibe un trato similar a las hortalizas. Del primero se utilizan las semillas y los tallos, mientras que el segundo, denominado dulce, se produce para recolectar su bulbo. La cosecha comienza ahora y será fácil encontrarlo hasta que llegue el invierno. 

Las semillas se utilizan para aromatizar platos gracias a su potente sabor que tiene un recuerdo anisado. Junto a los tallos, se elaboran infusiones y otros remedios medicinales tan buenos para el sistema digestivo. Por último, los bulbos son la parte menos popular y la que más sorpresas nos tiene preparadas. Desde crudo en ensaladas hasta como un ingrediente más de un postre. Las posibilidades son casi infinitas. 

 
Receta con hinojo

El hinojo casa muy bien con otras verduras y hortalizas como la cebolla o el puerro. Pero en esta ocasión queremos darle todo el protagonismo y por eso hemos elegido hinojo relleno asado. 

Contaremos un hinojo por persona y comenzaremos partiendo los bulbos por la mitad y retirando el corazón. Picamos esa parte muy fina y la mezclamos con puerro, cebolla y espárragos, también picados. Se saltea todo junto con un poco de aceite y sal y, cuando está dorado, lo utilizamos para rellenar los bulbos ya preparados en una bandeja de horno. Se hornea unos diez minutos y ya está listo para consumir. 

Para decorar puedes utilizar unas ramitas de eneldo, hierba aromática con la que combina a la perfección.

Esta receta puede ser una base y ampliarla con otros ingredientes al gusto. 

El hinojo es uno de los mejores aliados del sistema digestivo, pero también se merece un lugar destacado en nuestras recetas de verano

Origen

El hinojo silvestre es una planta muy popular en toda la cuenca mediterránea. Pero si hablamos del que se cultiva para extraer sus bulbos, la zona de referencia es Florencia, de hecho, al hinojo dulce también se lo conoce como hinojo de Florencia. 

Desde hace unos años, su cultivo también se ha extendido por otras zonas de España como el Levante o Murcia.  

 
El consejo

A la hora de comprar los bulbos frescos hay que fijarse en que estos estén blancos, sin partes verdosas ni oscuras. Su carne es firme, similar a la cebolla o al puerro. 

Mientras que los bulbos se recomienda consumirlos en un periodo corto de tiempo, las hojas, que tanto aroma aportan a los platos, pueden congelarse sin problema.