Mi obsesión por los kiwis comenzó al querer aumentar mi consumo de vitamina C. Y es que, con un solo kiwi ya tienes cubierta la dosis diaria recomendada de esta vitamina. Pero ¿por qué tanta preocupación por la vitamina C? Pues porque es uno de los grandes aliados del sistema inmune y su deficiencia no solo puede dejarnos expuestos a más enfermedades, también está demostrado que las personas que tienen niveles bajos de esta vitamina tardan mucho más en curarse de un resfriado, por ejemplo.
Además, la vitamina C ayuda en la absorción de hierro, siendo así un gran apoyo a la hora de combatir la temida anemia. Enfermedad que suelen padecer con más probabilidad las mujeres.
Si el kiwi ha ayudado a mi sistema inmune no lo puedo demostrar con pruebas. No así lo bien que funciona apoyando al sistema digestivo, algo que sí aseguro y no paro de recomendar.
Más fibra
El kiwi es uno de los alimentos con una concentración de fibra más alta. Ya solo por esto es capaz de ayudar a regular el tránsito intestinal y a combatir el estreñimiento de forma natural.
Pero esta no es su única arma. Su secreto es una encima, en concreto una llamada actinidina y cuyo “súper poder” es ayudar a digerir las proteínas animales. Así, las digestiones no solo son más rápidas, también se evitan otros problemas como la típica hinchazón después de comer u otras molestias estomacales.
Otro ingrediente estrella del kiwi es el potasio que lucha de forma eficaz contra la retención de líquidos.
El kiwi es el tentempié o picoteo perfecto
Por dentro y por fuera
La consecuencia directa de una mejor digestión es que nos sentimos más ligeros, pero también que lo somos. El kiwi es perfecto para esas dietas en las que se busca perder peso.
Su sabor dulce hace más atractiva esta fruta muy saciante, por lo que también comemos menos, siendo el tentempié o picoteo perfecto. Mantenerse en el peso ideal nunca fue algo tan fácil y sabroso gracias a los kiwis.
Y hay más
Pero los beneficios de consumir un kiwi al día no solo se centran en el sistema digestivo y en ayudarnos a perder peso. En la actualidad, hay varios estudios centrados en el poder de los antioxidantes a la hora de enfrentarse a algunos tipos de cáncer ya que estos actúan sobre el ADN y evitan que se dañe. Y el kiwi, de antioxidante sabe un rato.
Por último, el kiwi está especialmente recomendado para aquellas personas que sufren problemas cardiacos ya que reduce el colesterol y también la coagulación sanguínea, es decir, puede ayudar a prevenir los trombos.
Me da pereza
A pesar de toda esta lista de beneficios para la salud, aún hay gente que sigue alegando lo complicado que es comer un kiwi para evitarlos y elegir otra fruta. Es cierto que es imposible pelar uno sin pringarse las manos, pero todo es más sencillo si se parte por la mitad y se come con una cucharilla.
Otro consejo. A la hora de comprarlos siempre es mejor quedarse con los que están más duros y dejarlos madurar en casa. Si los metes en una bolsa de papel junto a un plátano, en poco tiempo se hará la magia.