Se le trata como la hermana pequeña del melocotón y se considera de una calidad inferior, algo tremendamente injusto. Su sabor es más intenso, su piel más fina y sus beneficios amplios y variados. ¿Los conoces?
Propiedades nutricionales
Existe la falsa creencia de que la nectarina es un cruce entre el melocotón y la ciruela, pero esto no es cierto. Lo que tienen en común es que pertenecen a la misma familia y, por lo tanto, las propiedades nutricionales son muy similares.
En lo que gana la nectarina al melocotón (fruta con la que siempre se compara) es su aporte en vitamina A y B3, que es superior. Además, otra ventaja de la que los antiguos chinos denominaban como el néctar de los dioses es que, al consumirse con la piel (el melocotón se suele pelar y la nectarina no) el aporte de fibra es todavía mayor.
Beneficios
Uno de los beneficios que más se celebra es que, a pesar de que se trata de una fruta muy dulce, no aporta muchas calorías. A lo que podemos añadir que su contenido en fibra es abundante, por lo que tenemos una estupenda “golosina” para esos picoteos que se antojan dulces sin comprometer la dieta.
Lo que sí suma y mucho son micronutrientes. Además del betacaroteno o provitamina A, cuya media oscila sobre el 10% de la cantidad diaria recomendada, también es considerable la cantidad de vitamina C, aunque queda lejos de otras frutas como los cítricos.
En cuanto a los minerales, el potasio destaca en su composición, lo que se traduce en que esta fruta es un excelente diurético natural ya que favorece la eliminación de líquidos y nos ayuda a cuidar nuestros riñones.
Otro mineral que destaca es el magnesio (hasta 9mg por cada 100g), este es importante en el correcto funcionamiento del sistema nervioso y es muy recomendable en situaciones de estrés y tensión, ya que tiene ciertas propiedades sedantes.
¿Cómo cocinarla?
Entre las opciones frías la nectarina aporta su toque dulzón, pero fresco a cualquier mezcla de frutas, por lo que combina a la perfección con todas. Al igual que dan un toque crujiente y colorido en ensaladas.
Una vez que nos acercamos a los fogones, la nectarina se adapta a la perfección a todas las recetas en las que aparece el melocotón, que suelen ser más comunes. Así, de igual forma que se prepara una mermelada de melocotón, se puede hacer una de nectarina.
Una buenísima idea para un dulce es preparar la típica tarta de manzana con base de hojaldre, sustituyendo esta fruta por nectarina o incluso intercalando gajos de ambas.
El que tenga tantas salidas es de agradecer, ya que se trata de una fruta que madura muy rápido y su textura se convierte en harinosa cuando se pasa. Así que es recomendable tener una buena batería de recetas de aprovechamiento.
Una buenísima idea para un dulce es preparar la típica tarta de manzana con base de hojaldre, sustituyendo esta fruta por nectarina
Recetas con nectarina
Además de las ya mencionadas (muy recomendable la tarta de hojaldre con nectarina y toque de canela) una opción sorprendente y novedosa es el chutney de nectarina. Estamos acostumbrados a leerlo en las cartas de los restaurantes para combinarlo con carnes potentes aunque siempre elaborado con mango. Este de nectarina puede quedar ideal con un magret de pato.
En su elaboración puedes acompañar las nectarinas de manzana para rebajar el dulzor y elegir las especias que más te gusten, siendo las más habituales el jengibre, el cardamomo, la cúrcuma y la canela.
Para prepararlo comienza picando bien las frutas junto a una cebolla o cebolleta y ponlo en una cazuela junto a un diente de ajo. Añade el zumo de un limón y unos 200ml de vinagre de manzana y las especias elegidas. Cuando rompa a hervir, baja el fuego y deja que se cocine a fuego muy suave hasta que evapore todo el agua.
Con la carne te quedará un plato de restaurante, pero también está riquísimo con un poco de queso de cabra o una tostada de buen pan.
Origen
España es líder en producción de nectarinas, con la zona de Lleida a la cabeza, por lo que se puede decir que la inmensa mayoría de nectarinas que llegan a nuestra frutería no han viajado de muy lejos.
Eso sí, las primeras nectarinas llegaron de Asia y, al igual que con muchas otras frutas y verduras, fueron los romanos los que las llevaron al resto de la cuenca Mediterránea.
Como hemos dicho anteriormente, la nectarina no es fruto de un injerto, sino de una mutación natural en la que el melocotón pierde ese característico pelito de su piel.
El consejo
Existen más de 200 tipos de nectarina aunque se agrupan en dos dependiendo de si su carne es blanca o amarilla, este segundo grupo es más dulce y la carne más compacta, mientras que las primeras tienen un mayor contenido en agua.
A la hora de comprarlas, no hay que fijarse en el tono de su piel. La nectarina no varía tanto como el melocotón. La única pista nos la da el tacto, ya que se ponen más blandas cuando van madurando.
Se trata de una fruta frágil por lo que hay que tener cuidado al almacenarla, no dejarla fuera del frigorífico porque madura muy rápido y consumirla antes de que pase una semana para aprovechar todas sus propiedades.