El quesero Eugene Celery nos descubre hoy un conocido queso de la Saboya francesa: el Reblochon.
Esta pieza recibe el nombre del segundo ordeño (reblocher, 'reordeñar') que se hacía a la vaca, ya que en el siglo XVI los campesinos se veían obligados a pagar un impuesto a los propietarios de las vacas, dependiendo de la proporción diaria de leche ordeñada. Para evitar este impuesto, a veces desmesurado, los campesinos volvían a ordeñar las vacas durante la noche. De este reordeño salía una leche más grasienta y rica, que conferiría finalmente al Reblochon un buen sabor y una cremosidad notables.