Son muchos los motivos que te pueden llevar a cambiar o introducir una bebida vegetal en tu dieta. Al mismo tiempo, son muchos los aspectos que hay que tener presentes a la hora de decidir cuál es la más indicada para cada caso o la que mejor se adapta a tus necesidades, y es que, cada una de las que hay disponibles en el supermercado es diferente. Y, además, son distintas en muchos aspectos, incluso si hablamos de un mismo ingrediente, pero comparamos varias marcas.
La primera y la gran promesa
A la bebida de soja hay algo que nunca se la va a poder rebatir, ella fue la primera en llegar. De hecho, durante muchos años era la única alternativa a la leche de origen animal. Tanto que ni existía nombre para ella y se le llamaba leche de soja, algo que hoy en día la legislación vigente no lo permite. Después llegaron otras muchas como la de almendras, avena o arroz. Cada una de ella con sus características propias tanto de sabor, textura como al hablar de propiedades nutricionales.
A la hora de valorar los beneficios que aportan los diferentes tipos, la de avena siempre figura entre los primeros puestos. Algo que no es de extrañar, ya que la avena es uno de los alimentos de moda debido a sus propiedades. La avena es muy saciante y rica en fibra. Si hablamos de vitaminas hay que mencionar a la E, B1, B. Por su parte, entre los minerales destacan el calcio, hierro, zinc, fósforo y magnesio. Sin duda un cóctel lleno de beneficios tanto para el corazón como para el sistema digestivo.
Si hablamos de la bebida de avena, destaca por ser una fuente de proteínas (aunque nunca llegará a los niveles de la leche de vaca) y es baja en grasas. Un punto extra es que su sabor es suave y no tan dulce como otras competidoras. Con todos estos datos en la mano, durante mucho tiempo entendí que la bebida de avena era la mejor opción que se podía encontrar en el supermercado.
Volver a los orígenes
Después de un tiempo comprando la opción de avena, he vuelto a la soja por varios motivos. El primero es el precio, ya que la segunda es algo más barata incluso en las versiones en las que está enriquecida con calcio y vitaminas. Además, es más fácil de conseguir en cualquier tipo de establecimiento.
También llevo tiempo leyendo a varios nutricionistas que aseguran que la bebida de soja contiene todo lo bueno de la leche de vaca y nada de lo malo. De lo primero nos quedamos con su cantidad de proteínas (aquí sí que está la cosa más equilibrada) y de lo segundo con que no aporta grasa. Pero además de todo esto, la soja cuenta con un ingrediente casi mágico: las isoflavonas, fitonutrientes con un alto poder antioxidante. Tradicionalmente, se han asociado únicamente a los beneficios que obtienen las mujeres durante la menopausia, ya que las isoflavonas, tienen una estructura similar a los estrógenos, la hormona femenina que decae al llegar la menopausia.
Y, aunque todo llega y los años no perdonan, los beneficios de la soja van más allá. Por ejemplo, ayuda en la absorción del calcio, algo necesario en todas las etapas de la vida. Y tú ¿con cuál te quedas?