Estamos de enhorabuena, porque el prestigioso chef francés Romain Fornells, establecido en Barcelona hace casi treinta años, y con una trayectoria consolidada con restaurantes como el Caelis, con una estrella Michelin, o como director gastronómico del Rooftop Ohla Barcelona, el Azul Rooftop Barceloneta o el Tejada Mar, entre otros, ha inaugurado estos días el flamante Café Pablo en el mismo Museo Picasso.

Pablo Picasso tenía el corazón dividido, igual que nuestro chef Romain Fornells, entre París y Barcelona, como el director del museo Emmanuel Guigon nos recuerda durante la presentación del restaurante. Picasso no era conocido para ser un Carpanta, sino más bien todo lo contrario, tenía fama de ser un discreto comensal a quien le gustaba el pescado y la verdura, aunque la gastronomía es bien visible en parte de su obra.

Entrada al restaurante Cafè Pablo

Como decíamos, el restaurante Café Pablo está ubicado en el Museo Picasso, en uno de los bonitos palacios de la calle Montcada, núcleo de la arquitectura civil medieval de Barcelona y, en palabras del chef RF, es el reflejo del amor que sentía el pintor malagueño por la gastronomía catalana y francesa: "Se trata de un viaje culinario único que celebra lo mejor de las dos culturas gastronómicas". Son dos cocinas muy diferentes y con muchas particularidades propias, pero también con muchos puntos en común que podremos degustar en este espacio único que recuerda a un bistrot parisino pero en el corazón de Ciutat Vella.

Langostinos Robuchon / Foto cedida

Así, durante su presentación, he podido dar fe que la propuesta es sólida y estoy convencido de que será una apuesta ganadora en un barrio donde no abundan locales donde puedas disfrutar de lo lindo a un precio razonable. No dejáis de fijaros en la fórmula de mediodía a dieciocho o veinte euros. Como muestra de su saber hacer se sirvieron unos caracoles de la Borgoña, unas cigalas Robuchon, el pâté en croûte y un entrecote con salsa café de París.

Pâté en croûte. Cafè Pablo / Foto: Víctor Antich

El resto de la carta lo conforman otros platos de la cocina tradicional francesa, ensaladas, pescados y carnes, pero también un buen jamón Joselito con pan con tomate, croquetas, anchoas del Cantábrico o foie con tostadas para una comida más informal, o si surge también podréis disfrutar de un agradable desayuno en su terraza. Ahora bien, el Café Pablo no solo es un buen lugar donde ir para comer, de la misma manera podréis ir a tomar unas copas con los amigos, ya que el espacio lo merece.

Romain Fornell con Emmanuel Guigon en el Café de Pablo

El chef comentó durante la presentación: "Yo soy 100% barcelonés y 100% francés, no sé cómo va eso", provocando la sonrisa de los asistentes, toda una declaración de intenciones que podréis confirmar si probáis su cocina, de verdad.