A grandes rasgos hay dos tipos de ganaderías: la intensiva y la extensiva. La primera, la ganadería intensiva, tiene como objetivo proveer la industria alimentaria de las materias primas (huevos, leche y proteína animal) a fin de que esta pueda transformarla en productos de consumo más o menos procesados. Este es el caso, por ejemplo, de las macrogranjas lecheras de la empresa Valle de Odieta SCL; la primera situada en Caparroso (Navarra), con 5.000 vacas (aunque la autorización ambiental es solo para 3.450 animales), y la segunda en Noviercas (Castilla y León), en trámites de construcción, con una capacidad de 23.520 vacas (en caso de construirse sería la macrogranja de vacas de leche mayor de Europa y una de las cinco mayores del mundo). Según denuncia Greenpeace (en su web podéis firmar para pararlas), el modelo alimentario basado en estas grandes explotaciones es una falsa solución contra el despoblamiento rural y una fuente de contaminación, sobreexplotación de aguas y suelos, emisiones de gases de efecto invernadero, pérdida de biodiversidad, deforestación (las vacas se alimentan de pienso transgénico cultivado en la Amazonia), maltrato animal y productos alimenticios de muy baja calidad. Por otra parte, la ganadería extensiva es aquel conjunto de sistemas productivos que aprovechan los recursos territoriales con especies y razas adecuadas, compatibilizando la producción con la sostenibilidad y generando servicios ambientales y sociales muy positivos. En otras palabras, es la ganadería que mantiene las características ancestrales de nuestro paisaje a través de los campesinos, las campesinas, los pastores y las pastoras.
'Hay que entender que los nuevos pastores y pastoras son el fundamento territorial de una economía superior: la del turismo, que supone el 15% del producto interior bruto del país'
La Escola de Pastors
La Escola de Pastors de Catalunya es una institución docente iniciada el año 2009 por la asociación Rurbans con el objetivo de garantizar el relevo generacional de la ganadería extensiva. Cada año, una esmerada selección de 15 alumnos sin ninguna vinculación con el campesinado (hay cerca de 50 solicitudes anuales), reciben a lo largo de seis meses una formación teórica y práctica (de 2 y 4 meses, respectivamente) con el objetivo de que, una vez superado el curso, puedan emprender un proyecto agroganadero de pequeñas dimensiones, o bien buscar trabajo en el sector como pastores/as de montaña. Desde su creación, el 60% de los más de 200 alumnos que han pasado por la escuela han conseguido integrarse en el sector de la ganadería extensiva con un enfoque agroecológico (es decir, de manera consciente y armoniosa con la naturaleza), lo cual supone la demostración de que el sector primario representa una oportunidad de desarrollo económico para las personas e, indisolublemente, para los paisajes humanos que configuran la ruralidad catalana. De hecho, es posible que muy cerca de ti haya alguna iniciativa directamente relacionada con la escuela, o incluso que hayas consumido últimamente un yogur, una pedazo de queso o un trozo de carne producto del conocimiento alcanzado en esta institución. Desde la perspectiva económica, es posible que el impacto de esta escuela sea una anécdota en el PIB catalán, de igual manera que lo es la ganadería extensiva agroecológica. Sin embargo, hay que entender que los nuevos pastores y pastoras, así como el resto de familias campesinas comprometidas con la sostenibilidad, son el fundamento territorial de una economía superior: la del turismo, que supone el 15% del producto interior bruto del país.
En Cataluña, por ejemplo, hay una cincuentena de granjas agroecológicas que, a cambio de una ayuda comprometida con la explotación, ofrecen alimentación y alojamiento gratuito'
WWOOF
Maria Díaz, responsable de proyectos de la Escola de Pastors, me explica que el proceso de selección de las solicitudes es una etapa clave del gran éxito del proyecto. Participan las cuatro mujeres miembros del equipo directivo, los profesores del centro, el personal de la Escuela Agraria del Pallars (de la cual forma parte la Escuela de Pastores) y del Departamento de Acción climática, Alimentación y Agenda Rural. Como ninguno de los futuros estudiantes tiene una vinculación familiar con el campesinado, se priorizan aquellos perfiles que ya han tenido una toma de contacto con la ganadería extensiva y, de esta manera, están los más convencidos posibles del paso que están dando. Para quien no tenga ninguna experiencia y quiera empezar a rodar, hay varias posibilidades; y una de las más interesantes es, sin duda, WWOOF (World Wide Opportunities on Organic Farms). WWOOF es un movimiento mundial que conecta a voluntarios y voluntarias con granjas y productores ecológicos, provocando experiencias culturales y educacionales basadas en la confianza y en un intercambio no monetario ayudando a crear una comunidad sostenible global. En Cataluña, por ejemplo, hay una cincuentena de granjas agroecológicas que, a cambio de una ayuda comprometida con la explotación, ofrecen alimentación y alojamiento gratuito. Pero lo más interesante de esta plataforma es su ámbito global de implementación. Así por ejemplo, si lo que quieres es adentrarte en el mundo del pasto de cabras, podrías hacerlo en países tan dispares como Cataluña, Suiza, Sudán, Bolivia o Mongolia.
'Desde la asociación Ramats al Bosc reivindican los métodos de prevención tradicionales: la gestión de la vegetación, el desbroce mecánico y el desbroce con animales o pastoreo'
Silvopastura contra los incendios
Por contradictorio que suene, hacer de pastor o pastora es un oficio compatible con la vida urbana o semiurbana. Aunque la estrategia predominante en la gestión de incendios forestales es invertir cada vez más recursos en avionetas (hidroaviones), helicópteros y camiones bomba para intentar apagar los fuegos que se producen, desde la asociación Ramats al Bosc reivindican los métodos de prevención tradicionales: la gestión de la vegetación, el desbroce mecánico y el desbroce con animales o pasturaje. Tal como se explica en la web de esta asociación, "para la integración de la ganadería en el pasturaje contra incendios hacen falta unas tareas previas de tipo administrativo (información y acuerdo con ayuntamientos, propietarios forestales, asociaciones de defensa forestal...), además de determinar si existe una disponibilidad forrajera suficiente y de infraestructuras (puntos de agua, zonas de pernoctación del rebaño, zonas de paso entre cultivos...)". Cuando estas condiciones no existen es necesario que la administración las facilite, ya que la silvopastura (es decir, el pastoreo en ambientes forestales) es una herramienta que no podemos dejar de lado en la lucha contra los incendios. Eduard Balsells, un joven pastor de las montañas de Querol (Alt Gaià), es miembro de Ramats al Bosc, exalumno de la primera promoción de la Escola de Pastors y responsable del proyecto Tall-al-foc. A pesar de la falta de apoyo político, Edu ayuda a la prevención de incendios en la medida en que conduce conscientemente el rebaño hacia aquellas zonas más vulnerables de quemarse. Sus ovejas y "crestons" (los machos capados de la cabra), sin embargo, sí que acabarán en el fuego, y la compra de su sabrosa y saludable carne es la mejor manera de que puedas contribuir a su labor. Si quieres hacer como Eduard y ayudar a prevenir los incendios, la Escola de Pastors está arrancando un curso de silvopastura dedicado a este tema. ¿Te imaginas dormir en Barcelona, en Terrassa o en Girona y trabajar apacentando un rebaño por Collserola, Sant Llorenç del Munt o las Gavarres? Nunca digas de esa agua no beberé, que la vida da muchas vueltas, casi tantas como un cordero al ast.