Llego al restaurante Gresca tan pronto como abren puertas, voy desmayado y de cabeza a la barra de delante de la cocina, uno de los espectáculos más maravillosos de la restauración de nuestra tierra. Nos saludamos con el chef y copropietario Rafa Peña, que junto con su pareja acaba de recibir el Premi Nacional de Gastronomia 2023 de la Academia Catalana de Gastronomia. Me instalan en la barra justo delante de la cocina donde veo una actividad delirante, pedidos saliendo, camareros arriba y abajo, ollas humeando, todo bajo la atenta mirada de Rafa y Tomàs, su jefe de cocina.

Cocina del restaurante Gresca / Foto: Víctor Antich

Me ofrecen una copa de vino tinto, Andròmina 22 del Celler els Mecanismes en la Terra Alta, en concreto en Vilalba dels Arcs, 100% Cariñena, es un vino de mínima intervención, con mucha personalidad.
En el Gresca te ofrecen dos menús de mediodía que cumplen los deseos de los asiduos, uno de 22,50 € y otro de 29 €. Hoy tienen: crema de calabacín o arroz meloso, cordero o bacalao y pastel Sacher, sin embargo, escogeré platos de la carta, sería un sacrilegio viendo lo que está saliendo de la cocina, voy embalado.

 

Fachada del restaurante Juerga|Jolgorio / Foto: Víctor Antich


Rafa empezó en la restauración, como muchos otros jóvenes, para hacer dinero para poder pagar los estudios, pero con el tiempo y una caña, la situación cambió y trabajó en las cocinas del Neichel, El Bulli o Martín Berasategui entre otros, y acabó montando el Gresca el año 2006 con Mireia Navarro.
Empiezo con la Ostra a la brasa, sin comentarios, el festival justo acaba de empezar, de hecho, como os decía, estoy ante un espectáculo único e irrepetible.

Ostra a la brasa / Foto: Víctor Antich

Me traen el espárrago con nata reducida y botarga, para los no acostumbrados, la botarga son los huevos de pescado en salazón, un plato sencillo y bien elaborado al punto exacto de cocción.

Espárrago con nata reducida y botarga / Foto: Víctor Antich

Pruebo la Flor de calabacín en tempura con ricotta y anchoa, debe ser uno de los clásicos de temporada porque no paro de oír en la barra -Otra flor, -Oído. Ellos limpian la flor, la rellenan con ricotta y anchoa justo antes de servirla y la pasan por una tempura para freírla después unos diez segundos con un resultado espectacular.

Colmenillas rellenas de lechales y Comté / Foto: Víctor Antich

Es tiempo de colmenillas, es una de las setas más codiciosas porque no se encuentra fácilmente, su hábitat preferido es a partir de los 1.000 metros de altura en bosques donde han cortado leña y cerca de torrenteras, crece pocas semanas al año, venga, pues, llegan las Colmenillas rellenas de lechales y Comté, bien limpiadas, mezclan los lechales cocinados con queso Comté y jerez, marcan las colmenillas, y ligan la salsa con los restos de colmenillas pegados en la sartén y un poco más de jerez y caldo de gallina, para rellenarlas y marcarlas con una nuez de mantequilla. He cerrado los ojos mientras las saboreo una a una, imaginando y recuperando sabores olvidados y, con el corazón en la mano, creedme, las tenéis que probar.
 

Codorniz a la brasa / Foto: Víctor Antich

Seguimos con la codorniz a la brasa. y acabo con la torrija de Santa Teresa que están elaborando delante de mí desde que he llegado, buena manera de cerrar la comida.

Bienvenidos al paraíso

El Gresca es el restaurante de Barcelona donde se pasean los más gourmets de la ciudad, pero también otros cocineros. Se ha hablado mucho, dentro y fuera del gremio, de por qué el Gresca no tiene ninguna estrella Michelin, yo creo que Rafa no está para estos cuentos, él ofrece la mejor cocina que sabe hacer, una cocina atrevida y honesta que te hace vibrar donde las recetas tradicionales con su sello personal hacen tándem con la increíble selección de vinos, bienvenidos al paraíso.