“Hay mil excusas para hacer esta cena”, declaraba el chef Dani García este lunes por la noche en el homenaje del cocinero andaluz a su amigo y homólogo Joan Roca. Aquí, todos estamos de acuerdo: qué bonito es culminar este festín para mostrar agradecimiento a la figura de un compañero de profesión que, a pesar del talento de ambos, no hay ningún tipo de impedimento para fundirse en un abrazo y reconocer los esfuerzos y gestos de uno hacia el otro, sobre todo en los peores momentos. “Su legado de los últimos treinta años es impresionante y continúa vigente y solo por eso, más allá de los motivos personales, ya habría que celebrar esta cena de hoy”, añadía García.

El homenaje patriarcal de Dani García a Joan Roca

En el restaurante Leña, su primer establecimiento en Barcelona, se han juntado los mejores cocineros de Catalunya y España. Una vez dejado claro el efecto positivo de mostrar esta voluntad entre dos grandes de la gastronomía nacional, tenemos que lamentar —una vez más— la mala ejecución del acto y el enorme patinazo que se produjo durante la noche de este lunes en Barcelona. Desconozco si podríamos hablar de insulto, mala fe u olvido, pero en cualquier caso, en la plaza de Pius XII, número 4, encontrábamos a Nandu Jubany, Ferran y Albert Adrià, Alberto Chicote, Oriol Castro, Paco Pérez, Paolo Casagrande, Quique Dacosta o Rafa Zafra, entre otros. 24 señores, en total.

Ahora, me tocaría enumerar a la veintena de cocineras que eran al acto. ¿Bien, no seamos tan optimistas y confiemos en al menos una quincena, no? Qué pena que con los dedos de una mano ya tenga suficiente: Fina Puigdevall y sus hijas Martina y Carlota Puigvert. Ya está. Honestamente, ojalá fuera una broma. Pero es la realidad, una verdad de muy mal gusto que considero deplorable y patética. Las grandes preguntas que me vienen en la cabeza son: ¿No hay cocineras de alto nivel en Catalunya ni España? ¿No hay cocineras que merecían ayer formar parte de este homenaje? ¿No hay cocineras que sean amigas de Joan Roca o que han formado parte del importante proceso hasta llegar a la cima mundial?

Chef Dani García, cocineros y estrellas Michelin en el restaurante Leña / Foto: ACN
Toda la presencia de cocineros hombres en el restaurante Leña / Foto: ACN

Claro está que Dani García es libre de invitar a quien quiera en su restaurante para montar la fiesta que le complazca, solo faltaría. Pero también estamos en el derecho de opinar sobre aquello mediático que ocurre en nuestra ciudad y cagarnos en todo. Y es que una imagen dice más que mil palabras. Y añado: una imagen hace más dolor que mil puñetazos. Puñetazos a la memoria histórica y al honor gastronómico de un territorio rico en talento femenino en los fogones de los restaurantes de nuestra casa. No sé qué pensarían Ada Parellada, Maria Nicolau, Carme Ruscalleda, Iolanda Bustos, Susana Aragón, Núria Bonet, Núria Gironès, Carlota Claver, Elisabet Nolla, Gessamí Caramés y un larguísimo etcétera, después de ver la tragicomedia en el restaurante Leña.

Siento rabia y tristeza al ver el homenaje a Joan Roca en Barcelona en el que hay 20 cocineros hombres y solamente 3 cocineras mujeres y el insulto que supone para el enorme talento femenino que hay en los fogones de los restaurantes de nuestra casa

Este encuentro se suma ya a otras anteriores, organizadas por el mismo Dani García, que llevan el título de ‘A cuatro manos’, y que se remontan al 2014 a su restaurante Hotel Puente Romano, donde sacó adelante varias acciones y homenajes a cocineros como Ferran Adrià, Robuchon, Nobu y Arzak. Si visitáramos la hemeroteca no tendría ninguna duda del balance de hombres y mujeres que encontraríamos en aquellas cenas.

No tildo de nada en concreto a Dani García ni a ninguno de los ilustres cocineros que había presentes en la sala, pero clamo en el cielo que nadie alce la voz y todo el mundo olvide a unas cocineras invisibilizadas en todas las listas y rankings culinarios nacionales e internacionales. Hay mujeres en las escuelas de hostelería de este país —muchas—, y también hay cocineras —muchísimas— en los restaurantes donde vamos a hacer el menú de mediodía o a cenar con la pareja un día entre semana. Reducidas de todos los premios importantes, ahora las borramos también de los homenajes a los cocineros de nuestra casa. Enhorabuena.