Por más restaurantes que visites al cabo del año, es muy difícil estar al día de todas las nuevas aperturas en nuestro país; una auténtica salvajada, por otra parte, difícil de controlar. A menudo, propuestas estimulantes que se inauguran cerca de casa o del trabajo pasan desapercibidas. Es el caso del restaurante Can Ugal, situado en el barrio de Les Corts, a escasos metros de la redacción de El Nacional, que abrió sus puertas hace unos meses, pero que personalmente no había probado todavía. De hecho, la chispa que hizo estallar su popularidad fue la visita sorpresa del nuevo entrenador del Barça, Hansi Flick, pocas semanas después de su apertura.
Para situarnos, el chef Víctor Pardo se formó en Ca la Nuri haciendo arroces, y posteriormente también trabajó en el restaurante Quique Dacosta, en Dénia, o en el Celler de Can Roca, en Girona. Actualmente, es el propietario del restaurante La Bonaigua, en Sant Just Desvern, y socio y asesor gastronómico de Can Ugal, junto con los amigos Quique Mas, Alex Martín, Julián Mascali como responsable del restaurante y Adrià de Gregorio como jefe de cocina.
Una vez dentro, empiezo con una copa de Bàrbara Forés, un vino blanco perfilado y fresco, una ostra Marennes-Oléron y una croqueta de jamón. Compruebo que tienen una carta corta en la que predominan las recetas de cocina catalana con productos de temporada. Fíjate, por ejemplo, en que justo ahora, según me comenta el chef Adrià, están cocinando un civet de liebre que ofrecerán mañana.
Otras recetas que cocinan de maravilla son los caracoles guisados con butifarra de perol y panceta, la tripa con cap i pota, los cochinillos a la brasa o el arroz a la cazuela con gambas, porque, como os imaginaréis, en Can Ugal también son especialistas en arroces.
Me llega la esqueixada de bacalao, un plato que permite disfrutar de todo el sabor del bacalao de una forma fresca, remojado con un albariño de Pedro Méndez que encuentro algo ácido. La extensa carta de vinos es fundamentalmente catalana, pero incluye, como es de esperar, vinos del resto de España, sumando en total unas doscientas referencias.
En Can Ugal están muy contentos con el buen recibimiento de los vecinos y las vecinas del barrio, muchos de los cuales repiten todas las semanas, creando un ambiente familiar donde todo el mundo se saluda y se conoce
El calamar a la parrilla va acompañado de sus patas en tempura, está muy tierno y delicioso. Adrià tiene previsto muy pronto instalar una cocina Josper para así trabajar directamente con brasa, pero están pendientes de los permisos correspondientes para hacer la salida de humos.
Mientras degusto el flan cremoso de vainilla bourbon con chantillí francés, Julián me comenta que desde que abrieron el 5 de junio están muy contentos de cómo evoluciona el restaurante. Y no me extraña para nada, sobre todo por el buen recibimiento de los vecinos y las vecinas del barrio, muchos de los cuales repiten cada semana, creando un ambiente familiar donde todo el mundo se saluda y se conoce. Esta apertura es una buena noticia para un barrio en el que no abundan este tipo de propuestas.