La semana pasada y como es tradición por estas fechas, Quim Vila junto con su socio Siscu Martí presentaron el nuevo catálogo Vila Viniteca de 2024 con una cuidada selección de vinos, destilados y productos gastronómicos en su local de Canvis Nous, en La Ribera. Este año y como los últimos treinta años, la portada del catálogo está ilustrada con la obra de un gran artista; otros años han desfilado por la portada obras de Antonio López, Francisco Ibáñez, Moebius, Milo Manara o Miquel Barceló, entre otros.
Así, la portada de este año está ilustrada por un dibujo de Joan Miró de nombre Femme hecho con lápiz y cera sobre papel amarillo, con la intención de conmemorar el cuarenta aniversario de la muerte del artista. Quim bromea y nos comenta que hasta ahora tenían la costumbre de que las reproducciones las firmara el autor, hoy, con todo, el autor no podrá venir a firmarlas.
Mientras nos traen unas bandejas con jamón ibérico Maldonado con una copa de Recaredo Finca Serral del Vell Brut Nature, unas anchoas con una copita de sake y un poco de pan con tomate del horno de pan Vilamala, hablamos de las etiquetas de las botellas de vino. Quim nos explica que esta moda empieza en los años cincuenta con Mouton Rothschild, que escoge cada año a un artista para decorar la etiqueta de la añada, y así, una añada mala como la del 73 en Burdeos se vendió igual que otros años mejores por el hecho de que la botella llevaba la etiqueta de Picasso.
Continuamos con salmón Keia y la sobrasada de Cal Rovira con una copa de un magnum de 4 Kilos 2021.
Volviendo al catálogo y sus ilustraciones, Quim dice que siempre han tenido muy buena relación con el mundo cultural y especialmente con los pintores que les han hecho la portada. La primera fue con Perico Pastor, por cierto, nacido en La Seu d'Urgell, cliente de hace muchos años; y le siguió Júlia Pomés, la hija de Leopoldo Pomés. Han bebido de muchas fuentes, porque muchos artistas eran recomendados por galeristas y críticos de arte de la ciudad que les han aconsejado a lo largo de estos treinta años. Comenta que harán algo con las ilustraciones originales ahora que se acercan los cien años de la tienda, ya que actualmente tienen una colección de 33 piezas originales.
La conversación va girando y volvemos al vino y al concepto venta anticipada. En Burdeos, históricamente, los comerciantes de vinos iban por las bodegas y compraban el vino antes de que estuviese embotellado, de aquí el nombre de venta anticipada; probaban antes la añada y pactaban un precio con el productor. Además, antiguamente, los comerciantes de Burdeos embotellaban el vino en destino; por ejemplo, en los años cuarenta, existen los mismos vinos con una etiqueta diferente: existe el mismo Château Cheval Blanc embotellado por la propiedad, embotellado en Bélgica o, incluso, embotellado en Londres. Los comerciantes de vino compraban los vinos en la bota, se lo llevaban y lo embotellaban en su casa. Es en los años sesenta cuando nace el embotellado en la misma propiedad.
El festival continúa y nos traen unas bandejas de rubia gallega, también una alcachofa confitada y un redondo de ternera con llanegas, todo regado con un Shafer Hillside Select Cabernet Sauvignon del 2018. Quim ha escogido vinos de las ciudades donde estuvo viviendo Joan Miró, como Barcelona, Mallorca, Tarragona, París o Nueva York.
Cerramos la presentación con un comté de treinta meses y un parmigiano reggiano del 2011, todo regado con un excelente Charles Heidsieck Collection Crayères Millésimé 1983, un magnum de cuarenta años para concluir el homenaje a los cuarenta años de la muerte de Joan Miró.