A veces, agradecemos poco tener una joya como la Costa Brava, reconocida como patrimonio de la humanidad por la Unesco, justo al lado. Quien más quien menos va a menudo, sobre todo los meses de verano, claro; unos la visitan con amigos, otros con familia; unos prefieren la parte del sur, como Lloret o Blanes, mientras que otros prefieren subir casi hasta Llançà o el Port de la Selva; la mayoría, sin embargo, se queda por el centro, en pueblos como Palamós, Calella de Palafrugell o Begur, por poner unos ejemplos.

Vistas desde el Hotel Sa Punta de Begur

La Costa Brava, de la misma manera que otros lugares pintorescos del país, tiene un incremento descontrolado de turistas durante los meses de verano y hay que rebuscar para encontrar un espacio donde poder descansar de estas masificaciones. Un buen sitio para hacerlo es, sin duda, el recientemente remodelado Hotel Sa Punta de Begur****, justo en medio de la Costa Brava, que ha abierto sus puertas otra vez para posicionarse entre los mejores hoteles de la zona para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza.

Hotel Sa Punta de noche

El hotel, con tan solo 34 habitaciones, está situado en plena naturaleza y rodeado de jardines arregladísimos a escasos minutos caminando de la playa de Pals, concretamente, dentro del llamado triángulo de oro de la Costa Brava, la línea imaginaria que une las localidades de Pals, Begur y Palafrugell. Haciendo tiempo para comer, sentado en el balcón de la habitación, disfruto de unas vistas espectaculares del mar y las islas Medes tomando una copa de vino del Empordà, que no se diga.

Una vez sentados en la terraza exterior del restaurante Dalia y dispuestos a probar el menú especial de los domingos, empezamos con un brindis de Moët & Chandon bien fresquito. El jardín, como he dicho, ciertamente está espléndido, quizás por las lluvias que han caído estos días. El olor a hierba mojada me hace feliz, se aprecia el perfume del romero, el hinojo y el tomillo.

Jardin del Hotel Sa Punta / Foto: Víctor Antich

La terraza está llena de huéspedes (y no, pues el restaurante está abierto al público). En la barra del bar, un joven disc-jockey ameniza la jornada con música lounge en un ambiente relajado mientras los camareros van arriba y abajo con sus pedidos.

Calamares a la romana. Restaurant Dalia / Foto: Víctor Antich

La carta es una muestra de cocina mediterránea, digamos desenfadada, donde tienen cabida otras propuestas más internacionales como el hummus. El chef Josep Maria Martínez es especialista en arroces y me confirman que se da buena mano; pronto lo comprobaremos, pero, de momento, empezamos con unos calamares a la romana tiernos y crujientes.

Hummus. Restaurant Dalia / Foto: Víctor Antich

Escogemos un vino del Empordà, el Sense Pressa de la bodega familiar Mas Geli, hecho con 100% de garnacha blanca y doce meses de crianza en bota de roble francés, un vino con mucha personalidad que nos irá como anillo al dedo para hacer bajar el arroz. No olvidemos que estamos en el Empordà, un lugar ideal para los amantes del vino y hay que decir que la visita a la bodega Mas Geli es totalmente recomendable.

Continuamos con unas croquetas de jamón ibérico y un tartar de atún rojo con aguacate muy sabroso, también un carpaccio de gamba roja de costa.

Arroz de Pals con bogavante. Restaurant Dalia / Foto: Víctor Antich

Llega la hora de la verdad y aparece en escena el arroz de Pals con bogavante. Pero antes hay que aclarar que el arroz de Pals es un arroz de altísima calidad gracias principalmente al clima singular del Empordà con veranos menos calurosos que en latitudes más bajas y eso se nota en el resultado final, obvio.

Aparece el arroz en la mesa en una paella cuadrada, es un arroz seco con el bogavante dispuesto por encima. Como era de prever, está delicioso y al punto, aunque el bogavante, para mi gusto, un poco demasiado hecho, sin embargo, como digo, esto va a gustos. Hacemos un brindis por el arroz mientras seguimos con el ritual de abrir esmeradamente las partes del bogavante con las pinzas.

Postres del restaurante Dalia / foto: Víctor Antich

Cerramos el menú con unos postres artesanales que el chef prepara a diario. En primer lugar, un pastel de queso muy sabroso y lo sigue una cazoleta de crema con frutas de temporada, fresas y arándanos, un buen final.

La Costa Brava está de enhorabuena con la reapertura del Hotel Sa Punta y su restaurante Dalia, un hotel recomendable si visitas la Costa Brava y un restaurante con una fórmula única para las comidas de los domingos. "Domingos de Dalia", imbatible. Así pues, buen verano tenga.