No se me ha quemado el ajo, no. El Ajo quemado es un plato tradicional catalán. Es una receta excelente porque es un plato único cardiosaludable, que incorpora farináceos (patata), sofrito de verduras y pescado. Por no hablar de las propiedades tan beneficiosas que el ajo tiene para nuestro cuerpo. Además de ser un plato de características muy mediterráneas. ¿Que cuál es mi opinión?... que está que te cagas... es espectacular.
Es de aquellos guisos de pescado que marcan tendencias. Tiene un sabor un poco fuerte, pero justamente es lo que iba buscando: un plato con contundencia y carácter, de los que no olvidas nunca. Lo podéis hacer con el pescado blanco que más os guste (merluza, rape, lubina, etc...) pero yo he querido hacerlo con rodaballo.
4 trozos de rodaballo
10 dientes de ajo
aceite de oliva virgen
2 tomates
3 patatas medianas
agua / caldo de pescado
2 rebanadas de pan tostado
vino blanco
pimentón
perejil
sal
Antes de nada, preparemos todos los ingredientes y el caldo (a no ser que lo tengáis congelado, como yo en esta ocasión). Tan sólo lo tenéis que sacar, descongelar y calentar un poco para poder incorporarlo caliente a nuestro guiso. Así me gusta, todo a punto, jeje.
La carne del rodaballo es melosa y suave.
En una sartén pequeña freímos los ajos enteros... poco a poco
Y le vamos dando la vuelta...
Mientras tanto, en una cazuela con bastante aceite de oliva caliente, colocaremos las patatas cortadas a rodajas... intentando chascarlas un poco.
Vigilamos el ajo que no se nos queme. Queremos que quede dorado, pero no quemado (ya que amargaría el plato).
Mientras, y para no estar parado, iremos cortando los tomates a dados bien pequeños.
Ya tenemos el ajo a punto... y lo pondremos dentro de la mano de mortero... sin aceite, claro
¿Veis el color?... pues así tiene que quedar.
Incorporaremos el tomate.
Mientras, prepararemos la picada con dos rebanadas de pan tostado mojadas en vino blanco...
... una cucharada de pimentón... y un poco de sal
Lo machacaremos todo... con paciencia...
Poco a poco, xino xano... escuchando la radio... o viendo la tele...
Tenéis que conseguir una pasta como esta.
Las patatas y el tomate ya están a punto.
Le añadiremos la picada.
La repartiremos bien por la cazuela.
No os preocupéis demasiado... ya que con el caldo se repartirá mejor.
Echamos un par de cucharadas de caldo de pescado y lo removemos un poco para evitar que las patatas se enganchen a la base... y si no tenéis caldo, tendrá que ser agua, claro.
Ahora colocaremos el rodaballo encima de las patatas.
Lo repartimos más o menos bien.
Incorporamos un par de cucharadas de caldo más. No hay que cubrir el pescado, simplemente que haya líquido para la próxima cocción de 15 minutos.
Rectificamos de sal.
Y lo taparemos.
Dejaremos cocer unos 15 minutos... haciendo alguna "sacudida" de vez en cuando.
Como siempre, pasado este tiempo lo pondremos 5 minutos al horno... en modo grill.
Y aquí tenéis el Ajo Quemado.
Qué bueno... ¡señor, señor!
Y aquí tenéis las fotos de rigor del plato montado.
La carne del rodaballo dice: ¡"cómeme"!
Mezclamos patatita con tomate y rodaballo... ¡y ya nos podemos morir, chicos!
Aquí no queda ni el apuntador... ¡juasss!