Hacía mucho tiempo que iba detrás de esta receta tradicional. Ya había hecho sepia con guisantes y guisantes con albóndigas, pero no las dos juntas. ¿El resultado? Formidable. No dejéis de probarlo... y si encontráis guisantes frescos, ya es la bomba y obviamente, no compréis las albóndigas ya hechas si no es en un sitio de plena confianza. La carne picada se oxida muy rápidamente. Como siempre recomiendo, este es un buen plato para hacer una gran cantidad y congelar una parte.
500 g de sepia cortada en dados (con el bazo)
250 g de carne de cerdo picada
400 g de carne de ternera picada
400 g de guisantes hervidos
4 tomates rayados
1 copa de vino blanco
2 cebollas picadas
1 huevo
4 ajos
perejil
harina
leche
sal
pimienta
aceite de oliva
agua
Para la picada:
un puñado de almendras tostadas
unas briznas de azafrán
perejil
Variantes:
- Podéis añadir un poco de canela en polvo a la masa de las albóndigas
- Podéis utilizar caldo de pollo o pescado en lugar de agua
- Se pueden acompañar con alcachofas, patatas, judías hervidas o arroz blanco
Antes de nada prepararemos las albóndigas. Utilizaremos miga de pan de payés.
Con 3 o 4 migas grandes ya haremos. Esta aportación de pan hará que las albóndigas queden más suaves de sabor que si las hacéis sólo con carne.
Regadlas con un poco de leche...
Y preparad una pasta...
Ahora ya podéis incorporar la carne picada, con sal, pimienta negra, ajo y perejil y los huevos.
Ahora mezclad bien todos los ingredientes.
Calentad una buena cantidad de aceite de oliva en una sartén...
Y enharinad las albóndigas.
Freídlas por ambos lados.
¡Cuidado, no os queméis!
Paralelamente, podemos poner unos guisantes congelados a hervir en agua caliente y sal.
Iremos reservando las albóndigas.
Colad el aceite de freír las albóndigas en otra sartén o cazuela...
Se tiene que aprovechar...
Por otra parte, rayad cuatro o cinco tomates maduros.
¡Y cuidado de nuevo, no os rayéis los dedos y os hagáis daño!
Ahora es el momento de limpiar bien la sepia y cortarla en dados.
Los guisantes ya estan cocidos... los reservamos en un colador.
La "salsa marrón" de la sepia también la aprovecharemos...
Esto se llama bazo...
La mezclaremos bien con el tomate. Nos aportará un sabor extraordinario al guiso.
En la nueva cazuela/sartén, sofreiremos la cebolla y el ajo...
Seguidamente incorporaremos el tomate con el bazo.
Lo dejaremos reducir 5 minutitos a fuego medio...
Y entonces incorporamos la sepia...
Añadimos el vino...
Un chorro de agua también, y lo saláis...
Lo tapamos, lo dejamos a fuego medio... que vaya evaporando el alcohol...
Mientras tanto, iremos sacando la piel de unas almendras tostadas, para hacer la picada...
Con 10 o 12 almendras ya será suficiente. Ahora tiraremos unas briznas de azafrán.
Así mismo.
Y lo picamos con la mano de mortero.
Veréis cómo la reducción ha generado una salsa ligada.
Es el momento de incorporar los guisantes hervidos
Y las albóndigas reservadas...
Mezcladlo bien... y rectificadlo de sal, si hace falta.
Qué pinta que tienen, ¿eh?... ¿Y qué nos falta ahora?
Correcto: la picada.
Repartidla bien por todo el guiso.
Ahora es cuestión de calentarlo todo junto unos 5-10 minutos...
Ya lo tenemos. Plato acabado.
Ya podemos emplatar.
¡Qué buenas! Acompañadlas de un vinito tinto.
¡Buen provecho!