Hoy me gustaría resaltar que podéis aprovechar la brasa de una barbacoa para hacer unas almejas con limón. Como siempre os comento, es recomendable tener las almejas sumergidas en agua y abundante sal durante una hora para purgarlas de arena. Para transportarlas, también las podéis cubrir con un trapo húmedo con el fin de mantenerlas muy vivas hasta el momento de hacerlas. Como veréis, a las almejas le añadiremos una picadita de ajo y perejil, que siempre se agradece y, como no, un buen chorro de limón antes de presentarlas en mesla. Si las almejas son buenas, sólo os hará falta un buen vino para disfrutar de una comida de lujo.
1 kg de almejas gallegas vivas
1 limón
Para hacer la picada:
aceite de oliva
perejil fresco
ajo
sal
Variantes:
- Se puede añadir un chorro de vino blanco
- Podéis tirar pimienta negra por encima
Si hemos tenido las almejas en agua y sal, las enjuagaremos bien y las conservaremos en un trapo húmedo, sobre todo si las tenéis que tener al sol un día caluroso.
Preparamos una picada con ajo, aceite de oliva, perejil y un poco de sal.
La podéis hacer con la batidora eléctrica. La reservamos.
Encendemos nuestra barbacoa. Si podéis incorporar unas piñas mejor, más sabor cogerán las almejas.
Ya tenemos la barbacoa preparada y bien calentita.
En este caso, utilizaré una sartén por comodidad. Las podéis hacer directamente en la parrilla, pero entonces es más complicado manipularlas. En cualquier caso, con sartén y todo, los aromas de la barbacoa también impregnan las almejas. Verted todas las almejas y tirad por encima de tres o cuatro cucharadas de picada.
Es recomendable taparlas con una sartén del mismo diámetro o superior, o cualquier tapadera. De esta manera se abrirán todavía más rápidamente y quedarán más jugosas.
Tiramos un buen chorro de limón por encima, un poco de sal...
y ya las podéis servir directamente. Un pequeño placer, chicos. Además, las almejas son muy saludables.
¡Buen provecho!