¡Gran producto y espectacular receta que te obligará a chuparte los dedos!
No es de los productos más económicos, pero si encuentras almeja gallega fresca de oferta, ni te lo pienses.
Dieta sana, hierro, calcio y potasio. ¡No se puede pedir más!
¡Vamos!
- 500g de almeja gallega viva
- 1 cebolla roja picada
- 2 ajos laminados
- 200ml de tomate frito
- 1 cucharada grande de pimentón
- 1 hoja de laurel
- 1/2 vaso de vino blanco o vino rancio
- 1 cucharada de harina
- Un poco de guindilla picante (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Para hacer la picada de ajo y perejil:
- Un poco de perejil fresco
- 3 ajos picados
- 1/2 vaso de aceite de oliva virgen extra
- Sal

Lava bien la almeja.

Ponla en un bol con dos cucharadas de sal y agua.

Así las tienes que tener 30 minutos y entonces repetir el proceso hasta 3 veces. Es la mejor manera de purgarlas de arena, aunque habitualmente no tienen mucha éstas.

Prepara el resto de ingredientes.

El tomate lo puedes rallar tú mismo o utilizar tomate de bote. Yo he utilizado tomate frito.

En una sartén con un chorrito de aceite, dora el ajo laminado y, si te gusta, unas guindillas o cayenas picantes.

Seguidamente, añade la cebolla picada.

Cuando la cebolla tenga buen color, añade una cucharada de harina. Remuévelo bien y deja que se haga la harina durante un par de minutos.

Ahora incorpora el pimentón.

Lo remueves bien.

Antes que no se queme la pimienta, incorpora el tomate y mézclalo todo bien.

Cuando el tomate esté hecho (si es frito no hay que esperar), añade el vino. Déjalo cocer unos 5 minutos o hasta que casi se evapore todo el líquido.

Mientras tanto puedes preparar la picada de ajo y perejil y echar un poco ahora.

Cuando notes que este sofrito empieza a pegarse y no hay prácticamente líquido, será el momento de incorporar las almejas. Y un punto de sal.

Antes, sin embargo, las tendrás que lavar bien otra vez, y a dentro.

Repártelas bien.

Y tapas la cazuela.

En pocos minutos (5-10) las tendrás todas abiertas.

Pica un poco de perejil fresco.

Apaga el fuego e incorpora el perejil. Remuévelo bien.

Y ya las puedes poner en una bandeja grande.

Finalmente, tira un chorrito de picada por encima y a la mesa.

¡Qué pinta!

No dejes de utilizar la misma concha de la almeja en forma de cuchara para disfrutar de la salsita.
¡Buen provecho!