He querido recoger esta nueva muestra de la cocina de siempre y mostrarte gráficamente cómo se hace.
Con espinas o sin, el arroz con abadejo y espinacas es un buen arroz. ¡Es un buen arroz pero cuidado! No cometas el error de compararlo con una clásica paella de pescado, carne o marisco. No tiene nada que ver, y hay que advertirlo. Parece una obviedad, sí, pero cuando dices a la gente que vas a hacerles un 'arroz' pueden hacerse una idea muy diferente de la que aquel día tienes tú, como cocinero.
Este plato se puede comer por Cuaresma, lo digo para todos aquellos que siguen estas cosas antiguas. Y por cierto, el abadejo es bacalao, no hace falta que lo busques en el Google, ya te lo digo yo. ¡Vamos!
- 1/2 kg de abadejo (bacalao) desalado
- 1/2 kg de arroz
- 1/2 kg de judías cocidas
- 1 kg de espinacas
- 2 o 3 dientes de ajo
- 1 cucharada de pimentón
- 1 tomate
- Agua o caldo
- Aceite de oliva
- Perejil
- Sal
Variantes
- Puedes sustituir el agua por caldo de verduras o pescado.
- Puedes hacerlo sin judías.
Prepara los ingredientes.
Los frijoles ya los he comprado cocidos.
Y muy importante, las espinacas frescas. Este arroz no queda, ni de lejos, tan bueno con espinacas congeladas.
Que cortaremos a trozos más pequeños. Resérvalo.
Ahora, toca limpiar bien las espinacas. Ya sabes que contienen mucha arena. Tienes que retirar las raíces y limpiar bien las hojas. No te diré que de una en una, pero casi. Conviene sumergirlas en agua dos o tres veces y asegúrate bien que no sueltan más arena. Es muy desagradable comer arena. Los reservamos.
Ralla los tomates y los reservas.
El perejil.
Ahora, ya puedes poner un poco de aceite a calentar en una sartén. Este arroz se puede hacer en cazuela de barro también, pero yo he optado por la clásica sartén. Pon el ajo picante y deja que coja un poco de color.
A continuación, vierte el tomate rallado.
Mézclalo bien.
Pasados unos 10-15 minutos, cuando el sofrito empiece a engancharse y quede un poco caramelizado, añade el perejil picado.
Al mismo tiempo, pon una cucharada de pimentón dulce, tipo "De la vera".
Muy bien.
Ahora sacude un poco el conjunto, que no se pegue nada y se cueza bien.
Un par o tres de minutos más de cocción y ya lo tendrás.
Será el momento de incorporar las espinacas escurridas. Inicialmente, notarás que tienen mucho volumen.
Pero si lo remueves, verás como enseguida se queda en nada.
Déjalo sofreír unos 3 o 4 minutos más.
Seguidamente, ya podrás incorporar el bacalao a la paella.
Muy bien.
Remúevelo todo junto.
Con 3 o 4 minutos lo tendrás terminado.
En este punto, podrás parar el fuego, taparlo y salir a comprar el periódico o a hacer el vermut.
Si no quieres hacer este parón, continuaremos con la receta.
Ahora, añade el agua o el caldo de verdura o de pescado. Si está caliente mejor.
¡Puedes salarlo un poco, pero cuidado! Si el bacalao está bien desalado, podrás hacerlo. En caso contrario, ten presente que el arroz puede salir salado. Siempre es mejor salar poco y rectificar al final. También va bien probar el bacalao desalado antes de utilizarlo.
Ahora, esperaremos que arranque el hervor.
Cuando lo haga, incorpora el arroz. Una taza por persona. En este caso, cuatro.
Déjalo hervir a fuego medio bajo durante unos 15 minutos.
Cuando falten 5 minutos para acabar, añade también los frijoles o judías cocidas.
Repártelos bien.
Sacude la sartén y rectifica de sal.
Una vez pasados los 15-18 minutos, ya puedes apagar el fuego.
Cubre la sartén con papel de aluminio o un trapo limpio y deja que la cocción pasiva haga su trabajo.
Pasados 10 minutos el arroz tiene que estar cocido al punto.
Y ya para acabar, pon la sartén al horno en modo grill.
En 5 minutos tendrás la paella a punto para servir.
Ya puedes emplatar.
Es un arroz sabroso y muy bueno. Un plato recomendable.
¡Buen provecho!