Bueno y económico arroz (que no paella) que puedes hacer para cualquier encuentro con amigos o familia. Ingredientes bastante básicos para un resultado más que digno. En este caso, he utilizado caldo del cocido o "escudella catalana", pero puedes utilizar caldo normal de pollo, caldo de verdura o agua directamente. Lo más importante, como siempre, es hacer un buen sofrito, sin prisas.
Como verás, también he añadido unas salchichas a trocitos, que les encantan a los más pequeños de la casa. Si por mí fuera, hubiera puesto judía verde y haba grande, o ni que sean unos guisantes de temporada, pero cuando tienes invitados no te puedes arriesgar demasiado. En este blog ya hemos visto como hacer muchos arroces. Por lo tanto, no dejes de pasar por la categoría "Arroces" donde encontraréis todo tipo de platos suculentos.
Espero que te guste.
- 1/2 conejo a trozos
- 1/4 pollos a trozos
- 4 salchichas de cerdo
- 600 g de arroz
- 2 tomates maduros
- 3 cucharadas de tomate frito
- 1 cebolla cortada
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de pimentón
- Un poco de azafrán
- 1300 ml de caldo
- 1 copa de vino blanco
- Aceite de oliva
- Pimienta
- Manteca
- Sal
Variantes
- El caldo puede ser de pollo, verdura o agua directamente.
- Puedes poner un ramillete de hierbas aromáticas (romero, tomillo, laurel, etc.).
- Puedes cambiar la carne (cantidades y tipo).
- El azafrán y el pimentón son opcionales.
Prepara todos los ingredientes.
Los trozos de conejo tienen que ser grandes, que toque al menos uno por persona.
El pollo igual.
Pon a calentar la sartén con un buen chorro de aceite de oliva y un trozo de manteca de cerdo.
Salpimienta la carne.
Cuando el aceite esté caliente, dora toda la carne.
Remueve de vez en cuando.
Las salchichas retíralas pronto, ya que se hacen enseguida.
Deja que el conejo y el pollo cojan buen colorete. El interior no estará hecho del todo, pero la carne ya se acabará de cocer junto con el arroz y el caldo.
Ralla los tomates.
Pon un poco de pimentón, si quieres.
Y un poco de azafrán.
Reserva toda la carne.
Corta un poco de ajo.
Déjalo dorar en el mismo aceite. Si hace falta, añade más.
Una vez dorado, ya podrás echar la cebolla cortada.
Mientras se hace la cebolla puedes ir cortando las salchichas a trozos.
Cuando la cebolla tenga buen color.
Añade el tomate rallado.
Ahora que se haga bien el sofrito, poco a poco, sin prisas, que quede chulo.
Tira el vino y deja que se evapore el alcohol. Déjalo cocer unos minutos hasta que casi caramelice.
Una vez hecho el sofrito, y si te gusta, puedes añadir un poco de tomate frito. Ayudará a cuajar, pero no haría falta. No abuses de este tomate, ya que puede condicionar el sabor del arroz. Solo lo recomiendo para ligar el sofrito, aunque normalmente no hace falta. No me gusta utilizar tomate de bote, que conste, pero tampoco te quiero mentir. Hay momentos para todo. No es ningún crimen.
Pasados unos minutos, ya tendrás el sofrito a punto. Lo puedes triturar si no quieres encontrar trocitos de cebolla.
Ahora, pon la carne.
Seguidamente, vierte el caldo bien caliente.
Deja cocer 10 minutos.
Cuando hierva con ganas.
Vierte el arroz, bien repartido.
Pasado este tiempo, notarás que queda un poco de jugo y que el arroz está un poco duro. Es el momento perfecto para apagar el fuego y tapar la sartén con papel de aluminio. De esta manera, la cocción pasiva hará el resto y en 15 minutos más tendrás el arroz listo para servir.
¿A ver? ¡Tiene buena pinta!
Antes de servirlo mézclalo bien.
Es interesante repartir el "pegaet", la parte tostada que se acostumbra a pegar.
Fantástico, ya lo puedes emplatar.
¡A los platos!
¿No había platos más bonitos? ¡En fin, no siempre es fiesta!
Sencillo pero bueno al mismo tiempo. ¡Buen provecho!