En casa siempre hemos tenido una especial estima a este tipo de platos de pescado frito que acompañas con unas rebanadas de pan con tomate. A menudo, un plato que relacionamos con los más pequeños de la casa y es que nadie negará que su presencia en plato es simpática y agradable. Un plato que enseguida entra por los ojos. ¡Cuidado con las espinas!
2 o 3 bacaladillas frescas por persona
aceite de freír
harina
sal
Variantes:
- Podéis acompañar el plato con rebanadas de pan con tomate
Como siempre, lavamos bien nuestro pescado.
Ahora, le sacaremos los intestinos haciendo un pequeño corte en el vientre.
Las abrimos completamente y las limpiamos bajo el agua.
La cabeza la podéis retirar o conservar.
Salamos ligeramente el pescado por ambos lados...
... y lo enharinamos bien...
Cuando el aceite esté bien caliente, freiremos nuestras bacaladillas.
Por los dos lados
Hasta que tengan esta capa dorada y crujiente.
Finalmente, las podéis salar un poco más si queréis.
Emplatamos.
Y a disfrutar.
¡Buen provecho!