¡Como me gusta el bacalao! Ya sabéis que es un alimento asociado a la gastronomía de la Semana Santa. Se puede hacer de mil maneras, el bacalao. De hecho, siempre ha sido de los pocos pescados que, gracias a su conservación en sal, se ha utilizado para hacer guisos en muchos pueblos del interior donde costaba encontrar pescado.
La deshidratación parcial del alimento permite inhibir la tarea que harían las bacterias sin la sal. Bien conservado puede durar meses, incluso, más de un año. Como ya os expliqué con anterioridad cómo desalar el bacalao, saltaré este paso e iremos directamente a la receta. ¡Vamos!
3 o 4 lomos de bacalao desalados
5 dientes de ajo
perejil
harina
aceite de oliva
1 vaso de vino blanco
2 cucharadas de pimentón dulce
300g de judía blanca cocida como guarnición
Preparamos el ajo y el perejil muy limpio.
Hoy he utilizado judía ya cocida, que compro en el mercado. Pero podéis poner las judías en remojo la noche antes y cocerlas durante una horita más o menos. Las pasaremos por agua.
Cojemos los lomos de bacalao desalados
Enharinadlo (no hay que salarlo).
Preparamos una sartén pequeña con un poco de aceite, que cubra casi la mitad de los lomos.
Y lo freiremos un rato.
Pensad que se puede comer directamente, este bacalao; no hay que hacerlo demasiado.
Es cuestión de marcarlo y darle un buen colorete por ambos lados.
Mientras, iremos picando el ajo y el perejil.
Una vez freído el bacalao, lo colocaremos en una bandeja para al horno...
Y distribuiremos todas las judías alrededor.
Bien picado, perfecto.
En el mismo aceite de freír el bacalao, a fuego medianito, tiraremos el ajo y perejil.
Lo removeremos, pero poco, 20 segundos... ¡Cuidado que no se queme el ajo!
Enseguida, incorporaremos el pimentón dulce (o picante, si os gusta).
Dos cucharadas...
Removemos..
Cuidado que se quema rápido. A los 20 segundos de remover (aprox.)...
Incorporaremos el vino blanco.
Le podéis poner un vaso entero, pero como yo utilizo vino "Gran Chef" para cocinar que es más concentrado, sólo pongo la mitad.
No os paséis, en 3 o 4 minutos ya lo tendremos.
Ahora es cuestión de tirar esta magnífica salsita por encima de nuestro bacalao y judías.
Fuas, qué pinta que tiene esto.
Regad bien toda la bandeja y limpiad el contenido de la sartén. Se tiene que aprovechar toda esta salsita.
Ahora lo hornearemos, a unos 180-190 grados, aproximadamente....
Durante unos 5 minutos, no le hace falta más.
Veréis cómo todo cambia de color.
Sólo nos queda emplatarlo.
Como siempre, con un poco de gracia, por que no hacen falta más historias para servir este plato tan tradicional.
Ya veis cómo es de fácil hacer un bacalao "a la llauna"....
¡Y lo difícil que es encontrarlo bien hecho en un restaurante! Siempre pecan de no desalarlo bien, verdad?
Y a disfrutar... Lo podéis acompañar de vino blanco o negro... o de un buen porrón.
¡Buen provecho!