Es el bizcocho más clásico y al mismo tiempo más tradicional de todos. Como se indica en las variantes, podéis montar yemas y claras por separado. De lo contrario, os recomiendo mucho visitar la receta de "Tortada de bizcocho", que es el auténtico bizcocho que se hace en las pastelerías, pero tiene el handicap que requiere de un producto de uso no demasiado común en nuestros hogares, como es el emulsionante.
Como ya os imagináis, en las pastelerías no se puede hacer el bizcocho de forma tradicional, montando claras y yemas por separado y sufriendo para que no se les rebaje el volumen. No es viable ni productivo. Se utilizan emulsionantes que garantizan un resultado uniforme y sin sorpresas. Yo siempre utilizo emulsionantes para hacer el bizcocho en casa (menos en este caso de hoy, claro está). Os recuerdo que para todas las elaboraciones pasteleras siempre utilizo la amasadora Kitchen Aid, aunque en la mayoría de ocasiones podemos hacer uso de otros equipos o incluso hacerlo a mano. Las fotos corresponden a la receta calculada para 6 huevos.
125 g de harina floja o de repostería
125 g de azúcar
4 huevos
1 piel de limón rayado
1 cucharada de levadura en polvo
mantequilla
Variantes:
Se puede añadir un poco de canela
Se puede servir con azúcar lustre por encima
Se pueden separar las claras de las yemas y añadirlas montadas a punto de nieve después de la harina
Se puede añadir mantequilla
Se puede utilizar fécula de patata sustituyendo una parte de la harina de trigo
Se puede sustituir total o parcialmente la harina de trigo por almidón de maíz
Preparamos todos los ingredientes.
Dentro del bol de la amasadora, echaremos el azúcar...
... y los huevos, siempre procurando que no caiga ningún trozo de cáscara.
Rayaremos la piel de un limón, que habremos lavado bien previamente.
Colocamos el batidor en la máquina...
... y durante unos instantes, hasta que se mezcle, trabajamos a velocidad baja. Seguidamente lo pondremos a velocidad máxima, ya que queremos montar los huevos y que cojan volumen.
Mientras tanto, pesamos la harina que pasaremos por un cedazo...
... y la mezclaremos con la levadura química en polvo, la de toda la vida.
Los huevos van montando.
Ahora, desharemos un poco de mantequilla para pintar el molde.
Generalmente no hay que pintar con grasa los moldes de silicona ya que no se suelen enganchar. Pero a mí me gusta hacerlo siempre para asegurarme, sobre todo con el bizcocho.
Echaremos un poco de harina...
... y retiraremos la que sobra. Ya tenemos el molde a punto. Recordad que el diámetro del molde tiene que ser el más adecuado para el volumen de masa que hacemos. En este caso es un molde de 35cm. pero he hecho la receta proporcionada para 6 huevos.
Los huevos ya han montado.
Retirad el cuenco de la máquina. Notaréis que los huevos tienen una textura muy cremosa.
Ahora, y con mucho cuidado, añadiremos la harina poco a poco.
Tratadlo con mucho cuidado o se os bajarán mucho los huevos y perderemos volumen. Si no lo veis claro, podéis hacer el mismo proceso pero sólo con las yemas. Una vez mezclados con la harina, añadiréis las claras montadas a punto de nieve. Es otra forma de hacerlo. Y aseguraos bien de que la harina queda bien mezclada.
Aunque lo hacéis bien, notaréis que los huevos se bajan un poco. No pasa nada.
Ahora escudillamos esta mezcla dentro del molde que teníamos preparado.
Preparad el horno a 180 grados.
Y horneamos durante unos 30 minutos aproximadamente.
Durante el proceso de cocción el bizcocho crecerá considerablemente... y volverá a bajar un poco.
Para comprobar si está cocido de dentro clavaremos un pincho. Si sale sucio significará que todavía le falta cocción.
Una vez cocido lo dejaremos enfriar unos minutos, para no quemarnos.
Con el molde un poco caliente, desmoldamos con cuidado, ya que es una masa muy esponjosa.
Está perfectamente cocido y no se ha pegado nada.
Ahora lo tendremos que dejar enfriar completamente.
Como podéis comprobar el resultado es magnífico.
Pondremos azúcar glacé por encima.
Y ya lo podéis servir en la mesa, después de comer, para merendar o para desayunar.
Y qué olorcito que deja en toda la casa, ¿eh?
Ahora vamos a ver su interior.
Muy esponjoso... y es que pide a gritos que lo mojen en un chocolate caliente, ¿eh?
¡Buen provecho!