Bogavante a la barbacoa o a la brasa. El nombre de la receta habla por sí mismo. Como veréis, he servido medio bogavante por persona. Normalmente, al menos en nuestra casa, cuando se hace marisco se reserva el bogavante para el final. Por lo tanto, previamente, habremos comido un vermú, unos entrantes o, incluso, un segundo plato. De esta manera, medio bogavante por comensal será suficiente. Pero si queréis que el bogavante sea todo un segundo plato es recomendable hacer uno entero por persona.
1 bogavante por persona
Para hacer la picada:
aceite de oliva
perejil
ajo
sal
Variantes:
- Se puede acompañar con un alioli suave
- La picada de ajo y perejil es opcional
- Podéis tirar pimienta negra por encima
Los bogavantes siempre los tenéis que comprar vivos. Después quizás se os morirá algún en la nevera, pero su frescura sólo os lo asegurará el hecho de que estén vivos.
A los niños se los miran con cara por sorpresa y es toda una atracción ver cómo se mueven en el plato.
Antes de nada, prepararemos una picada con aceite de oliva, ajo, perejil y sal.
La podéis hacer con la batidora eléctrica, si queréis.
A continuación prepararemos una barbacoa con unas piñas que nos aportarán aquel aroma especial de brasa en el plato de hoy.
Limpiamos bien la parrilla.
Llega el momento de matar la bestia. No os lo penséis demasiado. Cortad los bogavantes por la mitad empezando por la cabeza, y así no alargar demasiado la agonía del animal. Con una mano de mortero, picad las pinzas hasta que se resquebrajen. De esta manera ayudaremos a los comensales en el proceso de extraer la carne de su interior.
Los podéis hacer directamente en la parrilla o utilizar una sartén grande como plancha, cosa que resulta muy cómodo a la hora de manipularlos.
Los tenéis que hacer primero por la parte del caparazón y así aprovecharemos los jugos interiores del animal durante la cocción.
Cuando empiecen a cambiar de color, salad y rociad los bogavantes con la picada de ajo y perejil.
Ya por último, los dejaremos dorar por la parte de la carne.
Vigilad bien la altura de la parrilla y el tiempo de cocción. Sólo buscamos marcar la carne.
Y ya podemos emplatar el marisco, sin muchas parafernalias adicionales.
Ummmm.....
Para mi gusto, el punto ideal de cocción de este marisco es dorado por fuera y semi-crudo en el interior. Al abrir las pinzas tiene que salir juguito, aquel juguito de mar tan excepcional. Y si el bogavante tiene coral, todavía es más sabroso.
El maridaje de este marisco es vital, por lo tanto, dadle la importancia que corresponde. ¡Buen provecho!