Pues a continuación os explicaré cómo hacer las típicas cañas de roquefort de pastelería. A mí, personalmente, me gustaban mucho estas cañas. Siempre he sido más de salado que de dulce. De hecho, a la hora de desayuno, en la pastelería, podía escoger entre miles de preparaciones dulces pero, ¿sabéis qué hacía? ¡Me compraba un bocadillo de salchichas del país con cebolla en el bar de al lado!
La receta de esta crema de roquefort ya la vimos con anterioridad y, por lo tanto, os recomiendo la lectura previa antes de continuar. Podéis aprovechar para hacer unas cuantas cañas y congelarlas, que aguantan bastante tiempo.
2 placas de hojaldre tipo "La Sirena"
crema de roquefort
harina
1 huevo
queso para gratinar
Variantes:
- Las podéis hacer en miniatura y servir para merendar o tipo picoteo con otras pastas saladas
Empezaremos por preparar la crema de roquefort. La podéis hacer el día antes si queréis.
Una vez fría, removedla bien...
y llenad una manga pastelera.
Ahora, estiraremos la placa de hojaldre hasta que tenga el grosor de un cartón grueso aproximadamente.
La cortaremos por la mitad.
De cada placa os saldrán dos cañas de hoja.
Ahora, con la manga, aplicaremos una tira de crema de roquefort en un lado de la hoja.
y el otro extremo, el de la derecha, lo montaremos encima del primero. Podéis sellar la unión con un poco de agua, si queréis.
Ahora, colocaremos nuestras cañas sobre una bandeja de horno con papel tipo cuisson. Aprovechad para darle la vuelta a la caña y que la unión quede en la parte inferior.
Ya las tenemos. Precalentaremos el horno a unos 190-200ºC.
Batimos un huevo...
y pintamos nuestras cañas.
Pondremos por encima un poco de queso por gratinar.
Y al horno. Estarán unos 15 minutos.
Cuando tengan buen color, ya las podremos sacar del horno.
Una vez frías, servidlas en una bandeja adecuada.
Se pueden comer frías o calientes.
¿Abrimos una? ¡ummmm!
¡Buen provecho!