Hoy os presento el brazo de gitano de turrón de Jijona, otra recomendación. Evidentemente, podéis hacer esta receta para aprovechar aquella barra que os sobró de la Navidad. Pero yo ahora os daré un consejo: para Navidad comprad unas cuantas barras y las reserváis, ya que este producto tiene una caducidad muy larga. De esta manera, durante el año, podréis hacer elaboraciones como esta de hoy.
Si os gusta este turrón, disfrutaréis del brazo, ya que el sabor a Jijona está muy presente. No hay que decir que si no sois amantes de este turrón, seguramente preferiréis un yogur de postre. El brazo lo podéis hacer con nata sin cacao y quemado con yema pastelera por fuera. O sencillamente, con un poco de azúcar por encima. Como veréis, yo he tintado la nata con un poco de cacao en polvo, sólo para oscurecerla un poco y he bañado el brazo con un glaseado de chocolate. Todo hará enriquecer este postre, tanto al paladar como a la vista. Antes de hacer esta receta tendréis que mirar como se hacen las Planchas de bizcocho. ¿Os animáis a hacerlo?
1 plancha de bizcocho
500 ml nata para montar
60-80 g azúcar
5-10 g de cacao en polvo
1 barra de turrón de Jijona
Para hacer el glaseado:
160 ml de nata líquida para montar
150 g de cobertura de chocolate al 70% de cacao
45 g de mantequilla
un chorro de agua (2 o 3 cucharaditas)
Variantes:
El cacao en polvo es opcional
Podéis napar el brazo con otros productos o sencillamente poner azúcar glas
Recordad, antes de nada tendréis que hacer la plancha. La podéis hacer el día antes y conservarla dentro de la nevera tapada con un trapo limpio.
Recortad las esquinas.
Haced un rectángulo.
Colocad la parte más oscura debajo, ya que la pintaremos con glaseado y quedará mejor estéticamente. En las pastelerías también se hace así. Cuando se tienen que quemar con yema se pone la parte más clara abajo.
Por otra parte, desmenuzad una barra de turrón de Jijona.
Enseguida se desmenuzará. Reservadlo.
Aparte, reservad un poco de turrón para decorar el brazo, ya que casi toda la barra la utilizaréis para el relleno.
Ahora toca montar la nata. Yo he puesto un poco de cacao en polvo, pero podéis deshacer un poco de cobertura también. O sencillamente no poner.
Una cucharadita de café, unos 5-10g.
Encima del cacao ya podéis poner la nata para montar. Qué colores, ¿eh?
Cuando la nata empiece a coger cuerpo echad el azúcar.
Una vez montada, mezcladla con el turrón.
Que quede bien integrado el turrón.
Ahora, haciendo uso de una paletina, poned una buena cantidad de nata con turrón sobre la plancha.
Normalmente se pone el relleno sobre la parte más superior de la plancha y se esparce haciendo una especie de pirámide.
Ahora, y haciendo uso del mismo papel de cobre la plancha (que habremos desenganchado previamente), empezáis a enrollar el brazo sobre sí mismo.
Procurad que quede bien enrollado.
Utilizad las falanges de los dedos para aplicar presión.
La presión se transfiere al papel. Por lo tanto, tenéis que aguantar la parte interior del papel con la palma y con los dedos presionar.
Una vez enrollado, corregid los laterales, que queden bien.
Enrollad de nuevo el brazo con el mismo papel y poned el brazo en el congelador. Que sea al menos una hora. Aunque lo podéis dejar de forma permanente hasta que toque bañarlo.
Ahora, preparad el glaseado. Poned la nata a hervir. Cuando lo haga, apagad el fuego y tirad la cobertura.
Removed hasta que la cobertura se deshaga totalmente.
Que no queden grumos.
No os paséis con el agua. Sólo queremos hacer correr un poco más el glaseado.
Cuando el glaseado no esté demasiado caliente, ya podéis bañar el brazo.
¡Oh! qué gusto ver y hacer estas cosas, ¿verdad?
He decidido bañar también los extremos, aunque no hace falta.
Perfecto.
Ahora, con un poco de cuidado y haciendo uso nuevamente de la paletina, retiráis el sobrante.
Traspasad el brazo a un plato o cartón y blonda.
Y decorad con el turrón que habíamos reservado al principio.
Y ya lo tenéis hecho.
Se puede servir así, inmediatamente o congelarlo.
Yo lo he congelado. De esta manera lo podéis consumir cuando os apetezca. Aguantará bastante tiempo.
Y de hecho, la nata congelada es como más me gusta a mí.
¡Ah! lo queréis ver por dentro, ¿verdad? chafarderos...
Pues así queda.
¡Este trozo para vosotros!
¿Lo probáis? jeje.
¡Buen provecho!