Muchas veces hacemos barbacoas con los amigos y a menudo las hacemos exclusivamente de carne, que son las más típicas, ciertamente. Pero me gustaría resaltar que podéis aprovechar la brasa de una barbacoa para hacer unas brochetas de marisco que resultan extraordinarias y transformar aquel día en una ocasión especial. Lo mejor de todo es hacer una barbacoa con leña, directamente, pero también podéis hacerla con carbón vegetal y añadir unas piñas y unas ramas de pino que aromatizarán nuestro marisco. Sólo nos habrá que acompañar la brocheta con una picada de ajo y perejil para garantizar el éxito de la comida, sin desmerecer el maridaje, claro está, más que importante en este plato.
1 kg de gamba roja
3 sepias
1 cola de rape de 1 kg
500 g cigalas
sal
Para hacer la picada:
aceite de oliva
perejil fresco
ajo
sal
Variantes:
- Podéis incorporar cebolla o pimiento a la brocheta
- Podéis utilizar el pescado o marisco que más os guste
En este caso os recomiendo la gamba roja por su intenso sabor.
Las cigalas tienen que ser de medida mediana, no demasiado grandes.
La sepia, una vez limpia, la cortaremos en trozos grandes.
Y la cola de rape también la haremos a trozos.
Como las brochetas las haremos a la brasa tendremos que utilizar varillas de hierro ya que las de madera se quemarían.
Y empezamos a montar las brochetas: un trozo de sepia, un trozo de rape, una gamba y una cigala.
E iremos repitiendo el proceso.
Las reservamos, de momento no las salamos.
Ahora preparamos una picada con ajo, perejil, aceite de oliva y sal.
La podéis hacer con la batidora eléctrica si queréis.
Encendemos nuestra barbacoa. Si podéis incorporar unas piñas mejor, más sabor cogerán las brochetas.
Aseguraos de que la parrilla está bien limpia. Si hace falta, pasad por encima de un papel de periódico.
Ahora sí, salamos y mojamos las brochetas con la picada.
Una bandeja debajo recogerá toda la picada sobrante.
Y con cuidado colocamos las brochetas en la barbacoa.
Si os fijáis, hemos cruzado dos parrillas para evitar que ninguna pieza pueda caer a las brasas.
De lo contrario, podéis hacer las brochetas a la plancha sobre una superficie más cómoda como puede ser una sartén. Nosotros hemos probado las dos variantes.
La sartén permite una manipulación más controlada de las brochetas, y los aromas de la brasa también penetran.
Una vez cocida, la serviremos inmediatamente en la mesa.
Y a disfrutar.
¡Buen provecho!