Esta es una variante bastante solicitada (y calórica) de los Buñuelos del Emporda (o Cuaresma). En esta entrada, pues, eludiré el paso a paso de hacer los Buñuelos y os recomiendo ver previamente la entrada "Buñuelos de Cuaresma". También podéis rellenar los "Buñuelos de viento" de la misma manera. Lo que haremos será freírlos redondos y sin agujero... y al acabar, una vez fríos, los rellenaremos con crema pastelera.
300 g de pasta de brioche para Buñuelos de Cuaresma
200 g de crema pastelera
azúcar
anís
Como ya os he comentado, partiremos de la pasta de buñuelo de cuaresma preparada.
Haremos bolitas de la misma medida.
Cuando hayan doblado el tamaño, las freiremos en aceite bien caliente.
¡Cuidado! no os queméis.
No tienen que estar más de un par de minutos friéndose.
Los reservamos en papel absorbente.
Dejamos que se enfríen un poco.
Ahora, cogemos un puñado y los ponemos dentro de un cuenco.
Los bañaremos ligeramente con anís.
Un chorrito de anís y los removemos bien.
Que queden impregnados por todas partes.
Finalmente los rebozamos con azúcar.
Y los reservamos. Asimismo ya se podrían comer.
Ahora, con un palo de madera (yo utilizo palito de comer chino), hacemos un agujero en medio.
Intentaremos mover el palito por dentro... para hacer más sitio para la crema. Pero cuidado con no romper el buñuelo.
Ahora prepararemos una manga pastelera con un cornete liso pequeño.
Lo llenaremos con crema pastelera que habremos hecho horas antes (o el día antes).
Rellenamos los buñuelos.
Y ya los podemos emplatar.
Conservadlos en la nevera.
¿Tienen buen pinta, verdad?
¿Le damos un mordisco?... ¡fuasssssssssss!... explosión de crema... ¡están muy buenos!
¡Buen provecho!