No se tienen que confundir con los Buñuelos de Cuaresma o Buñuelos del Empordà, para mi gusto, infinitamente mejores que estos. Según la wikipedia, los buñuelos de viento son bolas de masa elaboradas con harina de trigo, manteca o mantequilla y huevos que se fríen en aceite bien caliente. Tienen forma de bola y al freírlos se hinchan, pueden llegar a doblar su volumen, es por esta razón que se les denomina de viento (es decir inflados). Los buñuelos de viento pueden estar rellenos de crema, chocolate, etc. Es un postre que aparece en las pastelerías a principios de noviembre, ya que tradicionalmente se sirve en las celebraciones de Todos los Santos.
Los buñuelos de viento suelen ser de pequeño tamaño, a duras penas tres centímetros de diámetro una vez elaborados. Se sirven azucarados pero mi recomendación es que los rellenéis con crema pastelera, y los disfrutaréis mucho más. ¿No están mal, eh? Pero yo los veo un poco tontos. Evidentemente, mi gusto personal no tiene que condicionar una receta tradicional, y por eso os he hecho estos buñuelos de viento. Con esta cantidad os saldrán entre 45-55 buñuelos. Os recomiendo la lectura de la receta Buñuelos de Cuaresma rellenos de crema.
125 g de harina
80 g de mantequilla o manteca
4 huevos
1/4 litro de agua
un pellizco de sal
aceite para freír
azúcar
Preparamos los ingredientes.
Ahora, ponemos el agua en una cazo a hervir...
... junto con la mantequilla...
Cuando arranque el hervor, ya podéis parar el fuego.
Vertemos toda la harina de golpe... y lo removemos bien....
... hasta que se haga una bola de pasta que se desenganche de las paredes.
Ahora, id incorporando los huevos de uno en uno...
... ligándolos cada vez, sin dejar de remover...
... hasta que quede una masa lisa como esta.
Ahora sólo los tendremos que freír. Yo utilizo una cuchara mismo y me ayudo del dedo para hacerlo caer en el aceite caliente.
Los iremos friendo en aceite bien caliente. Yo prefiero un cazo de poco diámetro pero hondo para estos casos.
Os podéis ayudar de una espumadera para sumergirlos bien...
... sin aplastarlos claro.
Ya los tenemos bien fritos.
Los reservamos sobre un papel absorbente.
Y ya podemos ir echando azúcar por encima.
Una vez fríos, ya los podemos servir... tirando una pizca más de azúcar.
Y aquí tenéis los buñuelos de viento.
Estan vacíos por dentro... claro, son de viento, jeje. Por eso es interesante rellenarlos de crema.
¡Buen provecho!