Qué buenos están los calamares a la romana cuando el calamar es fresco y la romana está bien hecha! ¿eh? Y es que nada tienen que ver los calamares a la romana congelados que compramos en el supermercado... con estos caseros, hechos con buenos productos, y sobre todo con mucha paciencia y amor.
Como veréis, yo he utilizado un par de huevos ecológicos y he añadido harina a ojo. Como lo he visto muy espeso, y para no incorporar más huevo, he rebajado la mezcla con un poco de agua. También he puesto una cucharada de impulsor. Para rebozar los calamares podéis hacer una mezcla de huevo y harina o bien pasar los calamares por huevo batido y después enharinarlos. Las dos técnicas son válidas.
400 g de calamares grandes sin patas
huevos
harina
aceite para freír
sal
Variantes:
Se puede añadir algún ingrediente a la masa para hacerla más esponjosa: levadura en polvo, sifón, etc.
Las anillas o rodajas se pueden enharinar, pasar por huevo batido y freír
Primero lavamos bien los calamares.
Por dentro también.
Hoy sólo utilizaremos los tubos del calamar y descartaremos las patas y las alas, que podemos utilizar para otras recetas.
Con un cuchillo o unas tijeras, cortad anillas de calamar de la medida del dedo pequeño.
Ahora prepararemos el rebozado. Batiremos un par de huevos en un plato hondo o un cuenco.
Seguidamente pondremos harina. Si queréis, podéis utilizar harinas especiales para rebozar, que ya incorporan impulsor, y os garantizan un resultado más voluminoso y crujiente. Como veréis yo lo he hecho a ojo.
Pondremos la sal...
... una cucharada de impulsor o levadura química...
... y si queréis, ya que es opcional, un poco de colorante.
Todo eso lo removemos bien hasta obtener una pasta con una cierta textura....que no es exactamente líquido pero tampoco sólido. Si os habéis pasado con la harina podéis añadir un chorro de agua.
A continuación, ya podéis poner a calentar una sartén con abundante aceite para freír. Salaremos nuestras anillas de calamar fresco.
Y ahora, con paciencia, las iremos sumergiendo en nuestra mezcla.
Tienen que quedar bien empapadas y rebozadas por todas partes.
Las freiremos en abundante aceite bien caliente. Es importante tratar las anillas de una en una para garantizar que queden con la forma adecuada.
Freídlas un par de minutos por cada lado...
... y reservadlas sobre un papel absorbente.
Servidlo bien calentito con un poco de limón.
Ummm... ¡qué aroma que tienen!
Una tapa sencilla que, si está bien hecha, se disfruta enormemente.
¡Buen provecho!