Los "calamares en tinta" son un plato formidable y a pesar de su extraña apariencia... ofrece un sabor exquisito que gusta a grandes y pequeños. Lo he acompañado con el típico arroz hervido... que le va bastante bien, aunque se podrían acompañar de patatas, pasta, etc... Es un plato recomendable para hacer entre semana, ya que se hace en muy poco tiempo.
500gr. calamares medianos
1 cebolla
2 ajos
1 limón
tinta de sepia o calamar
miga de pan
un chorro de vino blanco para cocinar "Gran Chef"
arroz hervido como guarnición
aceite de oliva
sal
Variantes:
- Se puede hacer la salsa picante
Preparamos todos los ingredientes. Si son demasiado pequeños los calamares, quizás os sale más a cuenta utilizar la tinta de una sepia, como he hecho yo. En cualquier caso, con tres o cuatro tintas pequeñas de los calamares... os quedará igual.
Primero limpiaremos los calamares con cuidado.
Tienen que ser bien frescos...aunque son caros.
Estos son los intestinos de una sepia.... ¿qué guarrada, eh?
Una vez limpios, los cortaremos por la mitad con unas tijeras... y tiraremos por encima del zumo de un limón.
Saladlos también.
Ahora prepararemos una picada con un poco de miga de pan....
Ponemos el pan a trozos dentro de la mano de mortero...
Mientras, ya podemos poner a freír nuestros calamares en una sartén con aceite caliente.
Utilizad siempre una tapa para freír calamares... si no, ya veréis por qué.
En el mismo aceite sofreiremos el ajo en láminas...
... y la cebolla picadita...
Hasta que esté dorada.
... también incorporamos la tinta...
... y removemos un poco... pero cuidado que cada salpicadura es mortal... cuesta mucho limpiar esta tinta de la ropa....
... y le tiramos el sofrito de cebolla y ajo dentro. Lo machacamos todo un rato y....
... mezclamos los calamares con la picada en la misma sartén...
... ¿qué colores, eh?
Lo taparemos y lo dejaremos cocer entre 15 y 20 minutos, pero controlad que no falte líquido...
... en principio, con el vaso de vino es suficiente. No hay que añadir agua.
Pues ya los tenemos cocidos chicos.
He hervido un poco de arroz y, con la ayuda de un vaso, he hecho la típica montaña de arroz.
Servid los calamares en torno al arroz.
Y ya está.
¡Qué bueno!
Este es uno de aquellos platos que está mucho mejor de lo que parece... y su presencia no hace honor a su sabor. ¡Buen Provecho!