El salmón ahumado es un gran recurso que tenemos los que nos gusta la cocina. Hay infinidad de formas de prepararlo, como infinidad de recetas que incorporan este extraordinario producto. Hoy, veremos como hacer unos sencillos canelones de salmón que combinaremos con queso brie y dulce de membrillo, buscando una mezcla dulce-salado muy interesante. El cebollino aportará el toque crujiente y potente de sabor y el aceite de vainilla, los matices en boca. Como resultado, un plato excelente que muchos repetiréis a menudo. ¡Tsch! Quedaréis muy bien con vuestros invitados. ¡Hacedlos y hablamos!
3 trozos de salmón ahumado por persona
dulce de membrillo
queso brie
aceite suave de vainilla
tomate tipo "Raf"
cebollino
eneldo en polvo
brotes de lenteja
sal
Variantes:
Podéis sustituir el aceite suave de vainilla por un buen aceite de oliva virgen extra
Preparamos todos los ingredientes.
En este caso, os recomiendo utilizar salmón ahumado de buena calidad.
Tanto el dulce de membrillo como el queso brie los podéis comprar en porciones.
Decoraremos los canelones con unos brotes de lentejas que podéis preparar en casa muy fácilmente.
El aceite suave de vainilla, eso sí, es conveniente tenerlo preparado con anterioridad.
Cogemos un trozo de salmón y lo untamos con un poco de aceite de vainilla.
Ponemos un trozo de queso brie...
y un trozo de las mismas dimensiones de dulce de membrillo por encima.
Una hoja de cebollino...
y enrollamos el conjunto.
Aplicáis una cierta presión, tienen que quedar fuertes. Haced tres canelones por persona.
Ahora cortaremos el tomate raf.
Tenéis que procurar cortarlo muy fino, como si de un carpaccio se tratara.
Empezamos a montar el plato con un par de rebanadas de tomate.
Un poco de aceite suave de vainilla por encima.
Un poco de sal.
Y encima del tomate colocaremos los canelones.
Finalmente, dejaremos caer una lluvia de eneldo por encima del salmón.
El eneldo casa perfectamente con el salmón.
También podéis decorar un poco el plato con el eneldo.
Cortaremos unos brotes germinados de lenteja y...
decoraremos nuestros canelones. Un nuevo chorro de aceite suave de vainilla y listos.
Y a disfrutar, compañeros.
¡Buen provecho!