Hoy os traigo otra receta. Cuando se acaba la temporada de setas podemos encontrar muy buenas ofertas y comprar una buena cantidad de níscalos a 6€ el kilo (al principio de temporada van entre 22-26€). Pues bien, hacía mucho tiempo que iba detrás de estos canelones. Es una receta que tenía en la cabeza y por fin la he podido poner en práctica. No está bien que lo diga yo, pero, ¿sabéis cuál ha sido el resultado?... ¡Que están buenos de cojones!

El relleno no es fino, quiero decir que son trocitos de seta y carne, y así lo quería. No buscaba hacer una pasta suave y triturarlo todo. Buscaba notar en el paladar los trocitos de seta. He aprovechado la ocasión para probar una pasta de canelón que no requiere ser hervida previamente. Es decir, que el canelón ya tiene la forma de canelón en seco y solo los tenemos que rellenar y hornear. Muy práctico, la verdad. Yo pensaba que la pasta quedaría una pizca dura, pero no. Al menos los de esta marca. Finalmente, me hacía gracia dar un toque de color a la salsa bechamel y le he añadido un poco de tomate, mezcla también conocida como salsa aurora. Y no es ninguna novedad. Os recuerdo que los canelones con salsa de tomate son toda una tradición en Barcelona y hay familias que los han comido así toda la vida. Os recomiendo la visita de la receta "Canelones de Navidad".

 

Ingredientes

1 paquete de pasta de canelones (os saldrán unos 20-25)

500 g de setas variadas

400 g de carne picada (mitad cerdo mitad ternera)

3 cucharadas de tomate frito (o 1 de concentrado de tomate)

queso para gratinar

2 dientes de ajo

aceite de oliva

sal

Para la bechamel de tomate (salsa aurora):

50 g de mantequilla

3/4 litro de leche

1 cucharada grande de harina

3 cucharadas de tomate frito (o 1 de concentrado de tomate)

nuez moscada

sal

Para la guarnición:

un manojo de pimientos del padrón

un níscalo y champiñón entero por persona

aceite de oliva

sal en escamas

Variantes:

Podéis incorporar un poco de cebolla

Lo podéis hacer con todo tipo de setas

Si buscáis un relleno más fino, podéis triturarlo y mezclarlo con un poco de bechamel

Los podéis hacer con la pasta de canelones tradicional, la de toda la vida, vaya.

Preparación
1.

Limpiaremos bien las setas.

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No tienen ni un gusano... son de los más sanos que he visto nunca... estos níscalos.

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La carne de ternera picada, la mezclaremos con la de cerdo... con una pizca de sal.

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Ahora, picamos todas las setas bien pequeñas... y nos reservaremos una o dos enteras para decorar el plato.

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Es curioso que ya vienen con la forma... y sinceramente te ahorra bastante tiempo.

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Vamos a preparar el relleno. En una sartén con un buen chorro de aceite... doramos un poco de ajo picado.

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Enseguida incorporamos las setas picadas.

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Veréis cómo poco a poco irán dejando agua.

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Cuando lleguéis al punto en que el agua empieza a evaporarse (pero todavía hay)... las reservamos.

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En la misma sartén... doramos la carne picada...

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En cuanto cambie ligeramente de color... añadiremos un poco de tomate frito. Si queréis, podéis poner concentrado de tomate. Eso se hace para darle un poco de humedad a la carne.

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Este tomate también nos ayudará a separar la carne... evitando trozos demasiado grandes. Utilizad una cuchara para chafar los trozos.

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Cuando la carne ya esté cocida (unos pocos minutitos), incorporamos las setas reservadas y lo dejamos cocer todo junto unos 5 minutos... removiendo de vez en cuando.

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Cuando la carne esté bien cocida... reservamos este relleno en una superficie plana... y dejaremos que se enfríe.

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Una vez el relleno esté frío... iremos llenando nuestros canelones... poco a poco.

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Quedan bonitos, ¿eh?...

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... y todos igualitos. Los podemos ir poniendo directamente en una bandeja para el horno. Yo he reservado la mitad para congelar y comerlos otro día.

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Con los canelones ya rellenos... vamos a por la bechamel. Como siempre, empezaremos deshaciendo la mantequilla en una sartén...

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...cuando deje de chisporrotear... incorporamos la cucharada de harina... y lo removemos bien...

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No paréis de remover. Eso se llama un "roux". La idea es cocer la harina para evitar que la bechamel tenga sabor y olor a harina. Veréis que hay diferentes niveles de "roux", más o menos oscuro. Cuando tenga este colorcito de la foto... ya será suficiente.

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Iremos incorporando la leche muy poco a poco... y lo iremos removiendo procurando ligarlo cada vez. No tiréis más leche si la anterior no ha ligado... o se os cortará. Finalmente, podréis tirar toda la leche restante.

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Lo salaremos un poco...

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Echaremos una pizca de nuez moscada...

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Perfecto.

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Ahora, con una varilla, iremos removiendo poco a poco... evitando que se enganche de las paredes y de la parte de abajo, ya que la bechamel se quema con facilidad. Si queréis ver con más detalle como hacer una bechamel, os aconsejo visitar la receta "Salsa bechamel".

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Cuando arranque el hervor y pasados un par de minutos... ya podemos incorporar un poco de concentrado de tomate (o tomate frito también)...

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... hasta que tenga un color como este. No dejéis de remover nunca. Probadla y rectificad de sal si hace falta.

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Vertemos la bechamel de tomate por encima de los canelones.

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Ummm... qué pinta tienen ya.

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Finalmente, solo nos quedará hornearlos a 180 grados durante unos 20 minutos (que es lo que tarda en cocerse esta pasta)... y ya de paso quedarán gratinados con el quesito que le hemos tirado por encima.

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Mientras se acaban de cocer los canelones, prepararemos un poco de guarnición con unos pimientos del padrón y las setas que habíamos reservado. Podéis hacer la guarnición que más os convenga, o incluso no poner.

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Lavamos los pimientos... los salamos...

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... y en una sartén con unas gotas de aceite lo salteamos hasta que tenga un buen color.

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Finalmente, ya lo podemos emplatar, junto con la guarnición, con un poco de sal en escamas.

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Ummm... ahora me ha entrado hambre a mí y a todo.

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El sabor a seta es total, de verdad.

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¡Buen Provecho!