Caprichos

Prepararemos la masa según la receta del pan suizo.

 

Pondremos un poco de aceite encima del mármol (o mesa), para evitar que se pegue la pasta.

Lo derramamos bien con los dedos.

Tiraremos la masa encima.

Haremos una bola que dejaremos fermentar unos 20 minutos. La volveremos a amasar a mano (para rebajarla) y ya la podremos trabajar. Eso se llama doble fermentación.

Lo he explicado muchas veces, pero os volveré a explicar como utilizar el horno en modo "estufa", que digo yo. Poned una bandeja con un par de dedos de agua en la parte baja del horno. Poned el horno al mínimo (unos 50 grados). De esta manera aceleraréis el proceso de fermentación de cualquier masa con levadura viva, es decir, la levadura en pastilla que no es levadura químicoaen polvo (como la "Levadura Royal"). Una vez tengáis el producto bien fermentado, ya podréis sacar la bandeja y subir el horno a temperatura de cocción.

Haremos unas tiras de masa... y las iremos cortando a trozos....

... la idea es hacer bolitas de la medida de una pelota de golf.

Como que he hecho muchas, unas cuantas las congelaremos para cuando nos apetezcan.

Las otras las colocaremos en una bandeja para el horno. Es muy importante distribuir bien las distancias entre bola y bola. De esta manera, la cocción es más uniforme y el calor se reparte mejor. Vaya, que os quedarán mejor.

Prepararemos una yema de huevo y un poco de semillas de sésamo.

Como podéis ver, ya nos han subido.

Es el momento de pintar las bolitas.

Muy suave y con mucho cuidado de no bajar la masa.

Las semillas de sésamo.

Y las coceremos a 220 grados, solo calor por arriba. Y vigilad bien que no se os quemen.

Ya tenemos los caprichos.

Son muy blanditos por dentro y crujientes por fuera.

Ideales para hacerlos con tomate, aceite de oliva y un poquito de jamón ibérico.

¡Ummmm!... ¡qué desayuno chicos!

Me está entrando hambre y todo....

Como habéis podido ver, he aprovechado la masa para hacer también un pan inglés (pan de molde). ¡Buen provecho!