Hoy te traemos un entrante con higos frescos, una fruta de temporada que tienes que aprovechar al máximo. Como verás, puedes incluso preparar el carpaccio de higos y congelarlo. Así tendrás el plato terminado en 5 minutos de reloj. En realidad, el higo lo puedes combinar con muchos otros ingredientes, pero con los quesos y frutos secos no fallarás. ¡Vamos!
- 5 higos por persona
- Escamas de queso
- Hojas de rúcula
- Frutos secos (piñones, pistachos)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal en escamas
Variantes:
- Puedes hacer este plato con quesos azules o roquefort
- Se puede añadir tomate y/o cebolla en juliana bien fina
Es importante que escojas los higos bien maduros y dulces, de plena temporada.
Pélalos con cuidado.
Retira el pedúnculo.
Reserva los higos pelados. No pasa nada si se os rompen. Procura retirar toda la piel.
Coloca los higos pelados sobre papel filme.
Y tápalos también con papel filme. Ahora cháfalos con la mano.
Con cuidado, pasa un rodillo por encima y procura que quede una capa uniforme, de grosor similar. No te preocupes si no queda redonda. Yo te recomiendo ponerla en el congelador un rato para poder manipularla mejor. Además, la podrás consumir en otro momento.
Una vez congelada, retira el papel filme.
Utiliza un plato más pequeño para recortar el carpaccio y presentarlo en un plato más grande.
Con un cuchillo se recorta muy bien. Estos recortes sobrantes guárdalos para montar un plato no tan bonito, pero igual de bueno.
Asienta esta base sobre el plato y perfila las esquinas. Deja que el higo se descongele. Cogerá brillo y sabor.
Decora con rúcula.
Y pon unos piñones y unos pistachos.
También un poco de queso, en este caso parmesano.
Decóralo sin demasiadas filigranas, pero con un poco de gracia.
Finalmente, un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima.
Y unas escamas de sal para potenciar el sabor.
Y ya puedes degustar un gran plato.
¡Buen provecho!