¡A quién no le gustan los arroces! He utilizado las excelentes alcachofas de temporada que se cultivan en los huertos que tengo cerca de casa y que recomiendo probar a todo el mundo. Un gran producto del cual podemos presumir. Por lo tanto, hoy, se trata de un plato muy interesante hecho en la cazuela, un arroz de aquellos que no os dejará indiferentes. Un arroz que queda meloso, ni caldoso ni seco. ¡Un arroz que os hará chuparos los dedos!
2 o 3 alcachofas
150 g de arroz (o 3 tazas de café)
6 o 8 gambas rojas
2 dientes de ajo
3 tomates maduros
1 cebolla picada
1/3 pimiento rojo picado
1 sepia a dados (con el bazo)
1 cucharada de pimentón
caldo rojo de pescado
1 chorro de vino blanco
pimienta negra
aceite de oliva
sal
Variantes:
Podéis hacer el sofrito sin el pimiento rojo
Podéis cocer el arroz con caldo de pescado, caldo de verduras o agua
Podéis utilizar calamar en lugar de sepia
Preparamos todos los ingredientes.
Lavamos bien el pescado y cortamos la sepia a dados.
Hoy he encontrado unas excelentes alcachofas de temporada.
Las pelamos sacando las hojas más verdes y seguidamente retiramos la parte superior. También recortaremos un poco la parte inferior.
Sólo nos interesan los corazones de la alcachofa que, de hecho, es la parte más agradable y sabrosa.
Cortaremos los corazones a trozos.
Calentamos un buen chorro de aceite de oliva en una cazuela.
Seguidamente, dejaremos que la alcachofa se dore un poco.
La reservaremos.
picaremos el ajo, el pimiento rojo...
y la cebolla.
También rayaremos los tomates...
a los que añadiremos el bazo de la sepia y una cucharada de pimentón.
Una vez removido lo reservaremos.
En el mismo aceite de freír las alcachofas freiremos también las gambas rojas.
No hay que hacerlas demasiado, sólo con que cambien de color por ambos lados.
Y las reservamos también.
En el mismo aceite aromatizado con las gambas dejaremos hacer la sepia.
La sepia tiene que quedar tostadita, y eso pasará cuando empiece a crepitar.
La reservamos junto con el resto de ingredientes cocidos.
En el mismo aceite, y si hace falta añadid más, haremos el sofrito. Primero le daremos color al pimiento y al ajo.
A continuación añadiremos la cebolla picada.
Lo taparemos y lo dejaremos cocer unos 10 minutos a fuego lento.
La cebolla habrá cambiado de color y el conjunto habrá caramelizado ligeramente.
Ahora incorporaremos a la cazuela la mezcla de tomates, bazo y pimentón.
Lo removemos...
y lo dejamos reducir tapado durante unos 10 minutos más. Vigilad que no se os queme.
Si queréis, una vez cocido el tomate, podéis hacer una reducción de vino blanco.
A mí me gusta incorporar una copita de vino blanco o media de este vino especial para cocinar.
Pasados unos minutos y una vez se haya evaporado el alcohol, añadiremos las gambas, las alcachofas y la sepia.
Al mismo tiempo, también echaremos el arroz, que dejaremos sofreír 5 minutitos mientras removemos.
Distribuimos un poco el conjunto de ingredientes...
y vertemos el caldo rojo de pescado hirviendo. Para 3 tazas de arroz he utilizado un litro de caldo.
Lo salamos ligeramente.
Y ahora es cuestión de esperar unos 15 minutos hasta que esté cocido el arroz. Rectificad de sal si hace falta.
Con 15 minutos el arroz os quedará un poco duro. Pero tenéis que tener en cuenta la cocción pasiva que nos aporta la cazuela de barro.
Por lo tanto, tendréis que dejar reposar el arroz 10 minutitos más antes de servirlo a la mesa, y veréis que está al punto perfecto de cocción.
¡Qué aroma!
Servidlo con un poco de gracia, ¿eh?
Y ya tenemos hecho nuestro arroz con gambas y alcachofas.
Un auténtico plato de fiesta.
¡Buen provecho!