Un aperitivo de aquellos fáciles de hacer y "resultones". De entrada, unos champiñones con huevo se podrían hacer más jugosos, añadiendo el huevo al final de la cocción del champiñón... dejándolo semi-crudo. Es otro posibilitado que si queréis os haré otro día. Pero no buscaba eso. Buscaba realmente un relleno.
Y así ha sido. La mezcla del champiñón cocido... con el huevo cocido... la capa de quesito gratinado y, sobre todo, el aliñado con aceite de setas... hacen de este pincho... una tapa muy aconsejable para matar el hambre. Espero que os guste.
8 champiñones frescos y grandes
8 huevos de codorniz
aceite de setas
queso para gratinar
orégano
sal
De entrada, nos tendremos que hacer con unos buenos champiñones... cuanto más grandes mejor.
Una vez bien limpios y cortadas las raíces, tendréis que eliminar el tronco o pata del champiñón. Esta parte la podéis utilizar para hacer una crema de verduras o para saltearlos con ajo y perejil mismo.
En una bandeja para el horno colocaremos los champiñones que queramos hacer, en este caso 6.
Vamos a por los huevos de codorniz, claro...
Vertemos todo el huevo dentro del champiñón.
Ahora, tiraremos una pizca de orégano por encima del huevo.
Eso nos aportará un extra de sabor y aroma.
Un poco de queso para gratinar...
... y el toque final... un aceite hecho de setas de calabaza (Boletus Edulis) que podréis encontrar en tiendas especializadas o de delicatessen.
Nos podemos ayudar con una cuchara.
Sólo nos queda hornearlos unos 15-20 minutos a 180-190 grados.
Una vez hechos los serviremos bien calientes.
Los colocamos todos...
... y para acabar, una nueva pizca de orégano.
Fácil, ¿no?... no os quejaréis.
Partamos uno para verlo por dentro.
Efectivamente, están rellenos literalmente de huevo cocido.
¡Buen Provecho!