Hoy, un plato tan sencillo como tradicional. Ya hemos visto como hacer la nuestra butifarra con judias y la receta de hoy no deja de ser una variante del mismo plato, eso sí, que os recomiendo probar de vez en cuando. El único consejo que os puedo dar es que procuréis dejar la carne de cerdo bien cocida y crujiente, y como aprovecharemos el aceite de freír la costilla, mejor utilizar aceite de oliva virgen en lugar de otros aceites específicos para freír. El resto de la elaboración, como veréis, estará chupado. ¡Que os aproveche!
600 g de costilla de cerdo a trozos
600 g de judías hervidas
aceite de oliva
sal
Variantes:
Podéis aliñar las judías con ajo y perejil y un poco de pimentón
Preparamos los ingredientes y cortamos la costilla a trozos.
Podéis pedir que os la corten o hacerlo vosotros mismos. Los trozos tienen que ser majos.
De entrada, pondremos a calentar una sartén con abundante aceite. A continuación, salaremos la carne.
Y también le pondremos un poco de pimienta.
Al gusto.
Cuando el aceite esté caliente, pondremos los trozos de carne. ¡Cuidado con las salpicaduras!
Bajad el fuego a la mitad y dejad que se haga la carne sin prisas.
De vez en cuando, dadle la vuelta.
El objetivo es conseguir una carne bien cocida por dentro y crujiente por fuera.
Perfecto.
No haría falta, pero si queréis, podéis calentar un poco las judías hervidas con un punto de sal. Como os comentaba en las variantes, podéis poner una picada de ajo y perejil y un poco de pimentón.
Con la carne recién hecha, emplataremos.
Poned una capa de judías.
Encima, poned los trozos de carne. También es habitual emplatarlo poniendo los trozos de costilla alrededor y la judía en el medio.
Finalmente, aprovechando el mismo aceite de freír la carne...
lo regaremos todo con aceite.
Y aquí tenéis una fantástica Costilla de cerdo con judías.
¡Buen provecho!