El churrasco es un corte de carne, de uno a dos centímetros de grosor, casi siempre de carne de vacuno. En Argentina es una comida típica y muy consumida que se acompaña con patatas fritas, puré o ensalada. Normalmente se cocina en la plancha de hierro. Pero también se puede cocinar con una parrilla, a la barbacoa o con una sartén, o bien hacerlo al horno, como veremos hoy.
Si lo hacéis a la plancha o sartén, aseguraos que estén previamente muy calientes sobre las llamas y en esta plancha o sartén le podéis fregar un trozo de la misma grasa del churrasco o bife para que la carne no se enganche. Después se cocina "vuelta y vuelta", es decir, dejando unos tres minutos una cara del churrasco o bife expuesta al calor directo de la plancha o sartén y después dando la vuelta a la otra cara que está todavía cruda para que se cocine también durante unos tres minutos, así toda la carne queda cocinada de manera uniforme.
Tradicionalmente el churrasco y todos los bifes rioplatenses se degustan sin más añadidos, aunque cada vez es más habitual añadir un chorro de aceite de oliva o prepararlo con otros adobos, y cómo no, condimentarlo con salsa "chimichurri". En esta receta, prepararemos un adobo mediterráneo para esta carne y lo acompañaremos de unas patatas y cebollas mini. Muy sencillo y fácil de conseguir. ¡Os encantará! Se recomienda que el churrasco lo saquéis de la nevera o refrigerador una hora antes de ser cocinado. ¡Vamos!
8 cortes de churrasco (2 por persona)
12 patatas mini (3 por persona)
un puñado de cebollitas
hierbas aromáticas (tomillo, romero, laurel...)
pimentón
1 guindilla picante
pimienta negra
aceite de oliva
sal
Variantes:
Podéis añadir trozos de zanahoria
Preparad los ingredientes. Que no falte nada para evitar tener que ir a comprar a última hora.
Como veis, yo he utilizado unas patatas y unas cebollitas mini. De hecho, ni habrá que pelarlas.
Antes de nada tendréis que preparar el adobo. Echad una buena cantidad de aceite en un recipiente (aproximadamente un vaso). Incorporad tomillo al gusto.
Unas hojas de romero también, sin miedo.
Dos o tres hojas de laurel, que podéis partir en trozos.
Una guindilla picante a trozos también. Podéis poner más de una o no poner si no queréis que pique un poco.
Una cucharada grande de pimienta negra.
Una cucharada de pimentón dulce.
¡Muy bien!
Y por último, una cucharada grande de sal. Vaya, sal suficiente para salar toda la carne. Yo lo hago a ojo.
Removedlo bien hasta conseguir un adobo con este bonito color.
Aseguraos que haya por ambos lados. Una vez adobada la carne dejadla resposar en la nevera un mínimo de 30 minutos. Podéis hacerlo el día anterior también, y el adobo todavía se integrará mejor con la carne.
Una vez tenéis la carne adobada, lavad las patatas.
Encima, colocad las tiras de carne.
¡Genial! ahora sólo tenéis que calentar el horno a unos 185-190 grados.
Poned a cocer el churrasco al horno durante unos 20 minutos.
Pasado este tiempo le tendréis que echar el vino blanco. Medio vaso estará bien, aunque dependerá un poco del tipo de vino.
Echadlo dentro de la bandeja y dejadlo cocer 10 minutos más.
Cuando ya lleve 30 minutos de cocción, le podéis dar la vuelta a la carne y comprobar qué tal van las patatas. Dejadlo cocer unos 15 minutos más, o hasta que la carne esté a vuestro gusto de tostado. Las patatas y las cebollas ya estarán cocidas seguro.
¡Ya lo tenemos para servir!
Servidlo en la mesa bien caliente.
¡Buen provecho!