De la misma manera que con el pan suizo podemos hacer una coca de anís, hoy haremos exactamente la misma receta, pero estirando la masa mucho más... haciéndola tan fina... que queda muy crujiente y claro, al romperse da la impresión de ser de vidrio. La coca de vidrio es una coca alargada y muy fina, acabada con azúcar y anís. Se le pueden añadir piñones. Yo no lo he puesto hoy, pero otras veces sí. Eso va como va.
pan suizo
Podéis aprovechar y con esta masa podéis hacer las cocas de anís, el pan inglés, los caprichos, etc... entre otros.
Lo aplastamos un poco
Y lo estiramos con el rodillo todo lo que podamos... que quede muy fina.
Haremos unas cuantas.
Las colocaremos en una bandeja para el horno.
Tiraremos un chorro de aceite por encima.
Y con la mano, esparciremos el aceite por toda la coca.
Podemos marcarlas ligeramente con los dedos... haciendo estas cavidades.
Finalmente, azucaramos.
Que queden bien empolvadas de azúcar. Ahora podríamos añadir unos cuantos piñones.
Ahora las coceremos a la máxima potencia que os dé vuestro horno, en mi caso 250-260 grados. Las ponéis de la mitad hacia arriba... y con ventilación. En 8-10 minutos las tendréis tostaditas. Pero vigilad porque se queman muy rápido.
Ya las tenemos cocidas...
... y sólo nos quedará tirar por encima de un chorro de anís, que cristalizará el azúcar candente.
Perfecto, ya las tenemos.
Se rompen con mucha facilidad, pero ya es esta la textura que tienen que tener. ¡Buen Provecho!