La entrañable coca de yogur, sí, señores. Un clásico de clásicos. Aquella tradicional coca que todas las madres y abuelas nos han preparado en alguna ocasión. Y para de contar, ¿eh? Quiero decir que excepto esta coca y, quizás, alguna de piñones por San Juan, las madres y abuelas ya no te hacían más... que todo se tiene que decir. Al menos en nuestra casa. ¡Pero qué bien que las hacían!
Recuerdo que mi madre utilizaba un yogur de limón directamente, y así no había que poner un yogur normal con ralladura de limón. Bien pensado, ¿no? Como veréis, yo he utilizado un molde rectangular de hierro y forrado con papel de horno tipo cuisson. De esta manera, y con las cantidades propuestas en la receta, nos quedará una coca esponjosa pero bajita, no demasiado alta. Si la queréis más alta podéis hacer el doble de cantidad o utilizar un molde más pequeño. Pero qué buena y qué sencilla de hacer, con ingredientes básicos que todo todos tenemos en casa en cualquier momento. Venga va, ¡poneos a preparar una coca ahora mismo!. Ni que sea como homenaje a las abuelas...
220 g de harina
180 g de azúcar
3 huevos
1 yogur
1 sobre levadura en polvo
1 piel de limón rayado
un chorro de anís
aceite
Variantes:
Se pueden añadir piñones a la pasta o poner por encima antes de cocerla al horno
En lugar de yogur se puede hacer con requesón
Preparamos todos los ingredientes.
En un bol verteremos la harina.
Y el azúcar.
Y los huevos.
Y la levadura en polvo.
Y el yogur.
Y un buen chorro de aceite de oliva.
Y lo removeremos todo junto.
Os tiene que quedar una mezcla bien integrada.
Ahora pondremos la ralladura de un limón.
Procurad no llegar hasta la parte blanca del limón, ya que es amargo.
Y para acabar, el anís...
un chorro al gusto.
Como os comentaba, yo he forrado una bandeja de horno con papel de horno.
Vertemos dentro nuestra mezcla.
Para acabar, pondremos unos piñones por encima, aunque también los podéis introducir en la mezcla inicial.
Y a cocer. La coca la tendremos entre 30-40 minutos a unos 170-180 grados, según molde y horno.
Podéis pincharla con una varilla de hierro...
y comprobar si sale limpia o sucia.
Si sale limpia significará que ya la tenemos bien cocida.
Dejaremos enfriar la coca antes de retirar el papel.
Finalmente, y si queréis, podéis tirar un poco de azúcar glas por encima.
¡Qué divertido es cubrir con lustre!
Finalmente, y con la ayuda de una paletina, pasaremos la coca a la bandeja definitiva.
Y la presentaremos en la mesa.
Es una gran coca que merece los respetos de todo el mundo.
¿La probamos?
Esponjosa, suave, se nota el limón y el anís. Muy buena.
Y la podéis utilizar como acompañamiento de otros postres. ¡Buen provecho!