Hoy utilizaremos una legumbre poco conocida en casa nuestra pero muy recomendable: el frijol negro. Por cierto, esta es una legumbre que gusta mucho a los niños pequeños, ya que el sabor recuerda un poco a las pipas, es muy agradable de comer y muy suave en el paladar. Ciertamente, el aspecto oscuro de esta escudella puede resultar (para algunos) un poco extravagante. Pero pensad una cosa, de la misma manera que en nuestra casa aceptamos un arroz negro donde la tinta ennegrece todos los elementos del plato, también tendríamos que aceptar que el frijol ennegrece la escudella. ¡Y qué buena que está! Hecha con ingredientes sencillos y económicos, os puedo garantizar que el resultado es formidable y a buen seguro lo repetiréis.
500 g de fríjoles negros
1 hueso de jamón
1 trozo de tocino
3 costillas de cerdo a trozos
3 trozos de jamón
1 cebolla
1 hoja de apio
3 hojas de laurel
1 cucharada de comino
3 dientes de ajo
caldo de carne o verdura o agua
pimienta negra
aceite de oliva
sal
Variantes:
- Podéis hacer vuestras variantes con la carne (pollo, chorizo, butifarra, otras partes del cerdo, ternera, etc...)
- Podéis servir la escudella acompañada de arroz blanco
Este fríjol se puede cocer directamente, es decir, que no se necesita ponerlo en remojo. En cualquier caso, yo tengo comprobado que le va bien estar unas horas en remojo y facilita la cocción. Por lo tanto, si queréis, poned los fríjoles en remojo la noche antes.
Al día siguiente descartad el agua de remojo.
Lavad bien los frijoles, para eliminar cualquier resto de tierra. Los reserváis para más adelante.
Preparad el resto de ingredientes del plato.
Salad y pimentad la costilla.
Ahora poned el tocino. Podéis utilizar tocino salado o veteado (crudo) y las partes que más os gusten. Pero no abuséis de grasa.
¡Para dentro! Poned también una cebolla pelada entera.
A mí me gusta añadir unos trozos de jamón como este.
Poned el hueso de jamón.
Las hojas de laurel.
Y una hoja de apio.
Tirad una cucharadita de comino, que le dará un aroma especial y nos acercará más a la cocina latinoamericana. De hecho, muchos guisos de nuestra casa llevan comino también. Removéis todo y cuando tenga buen color ya podréis añadir el líquido.
Yo he puesto un litro y medio de caldo de carne que tenéis congelado de otras preparaciones y después lo he completado con más agua.
Básicamente tenéis que poner líquido suficiente para cubrirlo todo. Por este motivo resulta difícil aproximar la cantidad, ya que dependerá del volumen de carne que ponéis. Yo he gastado aproximadamente unos 3-3,5 litros en total (entre caldo y agua). Si no tenéis caldo, podéis poner sólo agua, aunque resulta recomendable añadir al menos alguna pastilla de caldo.
Cuando arranque el hervor, ya podéis echar los fríjoles.
Saladlo y dejadlo cocer a fuego medio-bajo durante aproximadamente dos horas. Vais probando la cocción de los fríjoles, rectificando de sal y (sólo si hace falta) añadiendo un poco de agua hirviente. Cuando consideréis oportuna la textura del fríjol, dejadlo cocer 10 minutos más y ya podréis apagar el fuego. Yo lo he tenido un total de dos horas y veinte minutos, pero recordad que los tiempos sonmuy relativos. No es difícil si lo vais probando: contra más cocción más blando os quedará, pero más se desharán.
Una vez hecha la escudella o cocido y apagado el fuego, dejad reposar el guiso un rato. Una hora estaría bien, o más. De hecho, podéis hacer este guiso el día anterior y mejor resultará al día siguiente.
Calentad la escudella de nuevo hasta que arranque el hervor y apagad el fuego. Ahora ya la podéis servir.
¡Qué aroma!
Es de aquellos platos donde está mejor la legumbre con el caldo que no la carne, verdad que si? jeje.
¡Buen provecho!