Cómo limpiar arenques

Puedes encontrar este pescado salado en cualquier supermercado (envasado) o pescadería (en barrica de madera).

Es muy importante hacer uso de guantes, de lo contrario las manos olerán a sardina durante tres días.

Primero, con un cuchillo, retira la cabeza

A continuación, desde la cola hacia la cabeza, es decir, en dirección contraria a las escamas, rasca con el cuchillo y retira todas las escamas. Para mí, este es el paso más molesto, ya que llenas la cocina de escamas y parece que no se acaban nunca. ¡Mucha paciencia!

Una vez las sardinas estén limpias de escamas, haz un corte en la parte del vientre e introduce el dedo gordo, empuja en dirección a la cola para abrir y separar la carne de la espina central. Retira también las vísceras.

Si hace falta, utiliza el cuchillo para separar las dos mitades.

Con cuidado, retira la espina central con la cola. Puedes utilizar el cuchillo, pero normalmente con las manos se retira bien.

Cuando tengas los filetes casi limpios, te puedes entretener más en retirar la piel (yo no la saco toda) y retirar también las espinas más grandes de los filetes con unas pinzas.

Seguidamente, lávalas bien bajo el grifo y sécalas.

Bien secas, ya las podrás colocar en un recipiente de cristal cubiertas con un aceite de oliva virgen extra de calidad.

Si te gusta, las puedes aromatizar con unos dientes de ajo partidos a trozos. Asimismo, ya las puedes tapar y conservar bastantes días en la nevera.

Ya las tenéis a punto para consumir directamente, a la plancha, o para hacer otras elaboraciones tradicionales. Resultan muy saladas en boca. Hay quien las desala con agua o leche durante unas horas. Personalmente, prefiero poner menos cantidad y disfrutar de su personal potencia de sabor. ¡Buen provecho!