Esta es una de las mejores formas de comer el conejo. Hay muchas versiones de este plato y en cada casa, cada familia, tiene su toque personal. Yo, como siempre, he procurado hacer la receta que pienso que es más común y tradicional. ¡Vamos!
1 conejo ecológico cortado a trozos
1 cabeza de ajos
1 rama de romero
1 vaso de vino blanco
agua
sal
Para la picada:
un puñado de almendras tostadas
3 dientes de ajo fritos
perejil picado
sal
Variantes:
Se puede añadir un poco de guindilla y hacerlo picante.
Se pueden incorporar todo tipo de setas
Lavamos bien el conejo y preparamos todos los ingredientes.
Salamos y pimentamos el conejo por ambos lados
Ahora, cogemos todos los ajos de una cabeza de ajos y, con piel y todo, los chafaremos con el cuchillo.
Pelaremos tres.
Ahora, empezaremos por freír todos los ajos en una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva.
Cuando estén dorados los reservamos.
En el mismo aceite, que ahora tendrá sabor a ajo, doramos el conejo por los dos lados.
Mientras, iremos preparando la picada. Como no tenía almendras tostadas... las he tostado yo en una sartén con un poco de aceite. También lo podéis hacer al horno... pero así es más rápido. No queda igual igual, pero queda bien.
Ponemos en un mortero las almendras, el perejil, una pizca de sal...
... y los tres ajos pelados que hemos frito.
Y lo picamos hasta dejarlo bien pequeño. Lo reservaremos.
Seguimos friendo todo el conejo... y lo vamos reservando.
Ahora, en el mismo aceite, pondremos la rama de romero...
... los ajos reservados...
... todo el conejo...
... y un vaso de vino blanco.
Con el fuego bajo, tapad la cazuela y dejadlo cocer durante unos 45-50 minutos. Si falta líquido a media cocción podéis añadir medio vaso de agua.
Cuando el conejo ya esté tierno, añadir la picada dejatada con un poco del mismo juguito.
Que se haga 10 minutitos más...
... y ya podemos cerrar el fuego. Es interesante que repose un ratito.
Emplatamos.
Hoy lo he puesto un poco de cebollino... que le va muy bien. El cebollino está muy bueno y no sólo es decorativo... por eso recomiendo comerlo siempre,
¡Buen Provecho!