Una forma muy recomendable de comer el conejo, y bastante tradicional. Tiene bastante sabor a chocolate, no nos engañemos, pero queda medio mezclado con el propio caldo de cocción y le aporta un aroma espectacular. Yo lo he acompañado con unas patatas al horno, pero podéis utilizar la guarnición que más os guste.
1 conejo
2 cebollas picadas
2 dientes de ajo
1 rama de canela
1/2 vaso de vino rancio
1/2 vaso de vino blanco
1 manojo de hierbas aromáticas (tomillo, romero, orégano, hisopo, laurel, etc)
aceite de oliva
pimienta negra
agua
sal
Para la picada:
el hígado del conejo
1 diente de ajo
2 rebanadas de pan frito
una pizca de azafrán
1 puñado de almendras tostadas
60gr. chocolate a la piedra
Variantes:
Podéis incorporar setas al plato
Podéis utilizar cobertura de chocolate negro
Cuando compráis el conejo... pedidlo cortado a trozos, como para hacer al "ajillo". Que os pongan los hígados.
Que no se quemen, sólo queremos que cojan color, para la picada... y ya de paso nos aromatizan el aceite.
Lo podéis hacer todo junto si queréis.
Ahora iremos preparando la picada... con un buen puñado de almendras tostadas.
Ponemos el hígado del conejo y el pan tostado.
... y el chocolate... que lo pesaremos.
Poco a poco se irá deshaciendo el chocolate con el calor del resto de ingredientes, pero no os quedará fino del todo. Más adelante lo dejataremos con el propio caldo de cocción.
Salamos el conejo...
... y lo iremos dorando por ambos lados...
Y las hierbas aromáticas... que si son frescas mejor.
Ahora incorporamos el vino rancio.
1/2 vaso si hacéis un conejo
Lo mismo.
Pasado este tiempo, lo removemos y echamos agua hasta casi cubrir todo el conejo.
Mientras, yo he decidido hacer unas patatas al horno... con un poco de aceite.
Sal y pimienta... y poco más. Unos 35 minutos al horno a 200 grados.
Si reposa, el chocolate se adhiere mucho mejor a la salsa y los sabores ganan.
Ummm... qué cosa más buena.
Ya podemos emplatar.
¡Buen Provecho!