El conejo... es una de las carnes más utilizadas en nuestra gastronomía, como lo puede ser también la del bacalao, la de pollo o la del pato. Hoy una receta de conejo muy fácil de hacer y buena. A mí me gusta añadir una pizca de hierbas aromáticas al conejo como el tomillo, el romero o el hisopo si tenéis. Si estáis a dieta, ya sabéis que lo podéis incorporar a vuestro recetario... ya que es una carne muy poco grasa y saludable. Espero que os guste.
1 conejo cortado en 4 trozos
3 patatas
2 cebollas
2 dientes de ajo
4 tomates
unas hojas de romero
unas hojas de tomillo
pimienta negra
aceite de oliva
1 chorro de vino blanco para cocinar
sal
Variantes:
Se puede hacer con vino rancio y un poquito de agua para hacer más salsa
Se puede añadir hisopo y otras hierbas aromáticas
Prepararemos los ingredientes.
Limpiamos el conejo. Le podéis decir al carnicero que os abra un poco el conejo para hacer al horno.
Pero que sean trozos bien grandes.
Pelamos las patatas.
Preparamos un lecho de patatas.
Las salamos un poco...
... y las pimentamos.
Ahora cortamos la cebolla a trozos también.
La repartimos por encima de la patata.
Echamos un buen chorro de aceite de oliva por encima...
... y las horneamos a unos 190-200 grados durante unos 15 minutos. De esta manera le daremos un poco más de cocción a la patata que al conejo... y obtendremos aquella patata al horno tostadita pero jugosa... que se deshace en la boca.
Mientras, iremos lavando y cortando los tomates.
Aprovechamos también para ir salando... y pimentando el conejo por ambos lados.
Ahora, tirad un chorro de limón por encima de todo el conejo.
Seguidamente, con una mezcla de tomillo y romero, (si son frescos mejor) restregad estas ramas por el conejo y dejad caer las hojas por encima. Lo que buscamos es impregnar la carne con el sabor de las hierbas.
Picamos un poco de ajo con perejil fresco, bien pequeño.
Las patatas ya llevan 10 minutos. Echaremos un chorro de vino blanco, como media copa. Lo dejamos 5 minutos más.
Lo retiramos del horno, con la patata medio cocida...
... y distribuimos por encima el conejo.
Colocad también los tomates...
... que salaremos...
... y cubriremos con un poco de ajo y perejil.
Echad un buen chorro de aceite de oliva por encima de todo.
Y volvemos a hornear a unos 220 grados durante unos 20 minutos con ventilación.
Pasado este tiempo, dadle la vuelta al conejo. e intentad tirar un poco de caldito por encima.
Pasados 20 minutos... repetimos la misma operación y le damos la vuelta. Pasados los nuevos 20 minutos, comprobaremos que tal está de cocción y si hace falta le podemos dar un golpe de grill de unos 5 minutos, para tostarlo.
Ya lo tenemos cocido.
Servidlo bien calentito. También lo podéis dejar hecho y salir a hacer el vermú o comprar el diario. Después sólo necesitará un último golpe fuerte de grill para calentarlo y servirlo.
Para emplatar, utilizar una ramita de romero fresco, que le aporta un aroma al plato sensacional.
Procurad que haya un poco de todo en cada plato, patata, tomate, cebolla, conejo y un poco de aceite.
Tiene buena pinta, ¿no?... estaba bastante bueno.
La piel del conejo crujiente es todo un lujo.
Combinad un trozo de conejo con patata y muy empapado con tomate. Que no falte una copita de vino tinto.
Y mojad pan, claro, en esta reacción de "maillard" tan estupenda. ¡Buen provecho!