Hacía tiempo que iba detrás del congrio. El congrio tiene un problema importante: las espinas. Es un pescado muy sabroso, ideal para hacer caldos, pero su carne es también muy buena. No sería precisamente el pescado más recomendado para los pequeños de la casa. Por lo tanto, para este tipo de guisos, conviene que las rodajas de congrio sean de la parte de la ventresca, porque tiene menos espinas. Id con cuidado al comerlo.
Según la wikipedia, el congrio es un pescado azul, es decir que pertenece al grupo de peces que contiene aproximadamente un 5% de grasa. Su textura es fina y suave y la cabeza del congrio hace un muy buen fumet. En los Países Catalanes el congrio es un pez apreciado desde tiempos muy antiguos y tradicionalmente se comía hervido y se recomendaba calentarlo en lugar de despellejarlo. Actualmente se come a menudo con otros pescados o marisco en arroces y cazoletas.
El congrio es uno de los ingredientes esenciales de una buena zarzuela de pescado, plato donde se mezclan trozos de diferentes peces poco comunes y que tienen un papel un poco extraordinario dentro de la gastronomía tradicional. El congrio ("anago" en japonés) es un pez muy importante en la cocina tradicional japonesa donde está la base del Anagomeshi o congrio asado presentado cubriendo el arroz, y del Sushi de congrio, entre muchos otros platos. También es un pez muy popular en la cocina tradicional de China, sobre todo en la cocina de la zona de Shanghai y a la cocina cantonesa. En Inglaterra el congrio es un pez muy apreciado y es muy conocido el congrio asado (Roasted conger), que se prepara añadiendo sidra y se come con col en vinagre. En definitiva, un pescado bueno de sabor...pero que fastidia comerlo.
Mucho cuidado con las espinas!...no querréis tener una muerteeee espinosaaaa... como diria Matias Prats, ¿verdad?.
1 congrio cortado en rodajas
500gr guisantes desgranados
2 cebollas
1 cucharada de harina
aceite de oliva
agua
sal
Para la picada:
2 dientes de ajo
perejil fresco
Variantes:
Podéis acompañar el plato con unas tostadas con alioli
Se puede añadir tomate y ajo al sofrito.
Primero de todo, y con toda la calma del mundo....tendremos que pelar los guisantes.
Qué trabajo más bonito!... a mis hijos les encanta sentarse en la mesa a pelar guisantes y habas.
El congrio tiene apariencia de merluza, pero su carne es dura y similar al rape. Un poco como pasa con la anguila.
Su aspecto es bastante peculiar.
Como la cola. Lavamos el pescado y lo reservamos. Cuidado con no pincharos con las espinas.
Preparamos el resto de ingredientes.
De momento rayaremos un par de tomates. En la receta base no aparece, pero es una variante muy aceptada que yo utilizaré.
Picamos la cebolla.
Ponemos aceite a calentar en una cazuela baja y vertemos la cebolla. Que coja color.
Mientras tanto, si queréis, podéis ir preparando la picada de ajo y perejil con una pizca de sal.
Tiene que quedar el ajo casi deshecho y el perejil desmenuzado.
Cuando la cebolla tenga color...
... podemos dorar un par de ajos laminados, que aportarán buen sabor al plato.
A continuación verteremos el tomate...
... y lo dejaremos reducir a fuego bajo durante unos 8-10 minutos...
... hasta que el tomate sea casi una mermelada.
En este momento, echaremos la harina...
...y lo removeremos un rato para cocerla y que el guiso no tenga sabor a harina.
A continuación ponemos el agua. Podríamos poner caldo, pero el congrio ya es lo bastante sabroso.
Ahora esperamos que arranque el hervor.
Mientras tanto, vais salando el congrio.
Ya podemos incorporarlo a la cazuela.
Al mismo tiempo, vertemos los guisantes.
Aprovechad para aguar la picada con un poco del mismo juguito del guiso.
Así irá mejor.
Vertemos la picada.
Lo mezclamos todo junto y lo dejamos hacer unos 15 minutos. La harina espesará la salsa.
Rectificad de sal si hace falta.
Una vez cocidos los guisantes y el pescado, apagad el fuego y dejad reposar un rato el plato.
Ya podemos emplatar.
Bien caliente. Si queréis, servidlo con un poco de pan tostado y alioli.
Acompañad el plato de un buen vino, blanco o negro.
¡Buen provecho!