Pocas cosas se disfrutan más durante un vermú que de unas coquinas frescas, grandes y sin arena, salteadas con un poco de ajo y perejil, ¿eh? Como veréis, no se pone sal, ya que para extraer la arena las tendremos un buen rato sumergidas en agua con abundante sal. Aparte de que ya son saladitas de por si, por su contenido en agua marina. Este plato es de aquellas cosas que no puedes parar de comer, como las pipas, ¿eh?
600 g coquinas
2 dientes de ajo
Perejil fresco
Aceite
Variantes:
- Se puede poner harina junto con el ajo y perejil: dejadla cocer un momento y, a continuación, tirad vino blanco y dejadlo reducir
Lavad las coquinas y sumergidlas en agua con abundante sal (un puño) durante un mínimo de 30 minutos. Si es una horita mejor.
Estas en concreto tienen una buena medida.
Picad un par de dientes de ajo con un poco de perejil fresco.
Una vez pasado el tiempo para extraer la arena (no siempre eficaz del todo), las lavaremos de nuevo.
Y las reservaremos.
Calentad un poco de aceite en una sartén. Añadid enseguida el ajo y perejil.
Cuando empiece a coger un mínimo de color, incorporad las coquinas.
Con el fuego vivo, dadlas unas vueltas y...
... las tapáis, que se hagan al vapor.
En 2 o 3 minutos estarán muy abiertas.
Servidlas inmediatamente, bien calientes.
¡Que buenas están!
Podéis mojar pan al final, ¿eh? ¡Buen Provecho!