El cordero es un producto imprescindible en la gastronomía catalana y, en general, la cocina del mediterráneo. Es una carne que siempre entra bien... cocinada de cualquiera de las maneras. Además, es un producto que acostumbra a gustar a grandes y pequeños. Hoy os presento un típico cordero con judías con ajo y perejil a lo que he añadido una pizca de cebolla crujiente por encima... y la verdad es que le va de fábula.
5 o 6 cortes de cordero (chuleta)
pimienta negra
aceite de oliva
sal
Para la guarnición:
300 g judía blanca cocida
1 ajo
perejil
pimentón dulce
sal
cebolla crujiente
alioli
Venga que esto de hoy es bien fácil. Primero haremos la guarnición y así podremos servir la carne bien caliente, que es primordial. La guarnición se puede recalentar normalmente, pero la carne o el pescado no. Picad bien un ajo con unas ramas de perejil.
Ahora, en una sartén con aceite caliente... tiraremos el ajo y el perejil.
Seguidamente y más bien rápido, para evitar que se queme el ajo, tiraremos un par de cucharadas de pimentón dulce.
Removedlo todo con una cuchara... durante unos 20-30 segundos...
... y ya podéis añadir las judías.
Las salaremos.
Y las saltearemos un rato, unos 5 minutos, removiendo.
Las reservaremos.
Hacemos el cordero en la plancha bien salado y pimentado. Si tuviera barbacoa o chimenea lo haría con leña, no dudéis, pero en un piso...es lo que tiene.
Ahora montamos el plato. Colocamos la carne en medio.
Pondremos nuestra guarnición en torno a la carne...
... y con un poco de cebolla crujiente (hecha previamente)...
... coronaremos el plato.
Y eso es todo. ¿Qué parida, eh?
Pues la cebolla crujiente le da un rollo muy interesante al conjunto.
De hecho, es uno de aquellos platos que entran muy bien por la vista.
Muy fácil de hacer.
¡Ah!... y esta cebolla no está reñida con un buen alioli hecho a mano... ¿Eh?
Mezclad un trocito de cada cosa.
Y mojad pan... hombre... ¡Mojad pan, por el amor de Dios! ¡Buen Provecho!